Crisis en la industria del juguete: «Noviembre fue muy duro»

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) advirtió que el sector atraviesa uno de los momentos más complejos de las últimas décadas, atravesado por factores demográficos, culturales y económicos que impactan en toda la cadena: fabricantes nacionales, importadores y comercios minoristas. Así lo explicó Matías Furió, presidente de la entidad, en diálogo con el programa “Hora Pico”, emitido por La Brújula 24.

“Nosotros cuando damos un comunicado, contamos todo el impacto que tiene el juguete en la sociedad y también tanto el mercado de las jugueterías, que es donde va el consumidor final, los importadores de juguetes y los fabricantes”, resumió. En ese marco, señaló que durante noviembre “notamos una fuerte caída en el consumo”, aunque mantienen expectativas de repunte para las ventas de diciembre.

Uno de los elementos más preocupantes del informe difundido por la CAIJ es la caída de la natalidad en el país, que reduce el universo de consumidores. “La natalidad es algo que ya viene con un proceso de muchos años, cada vez se tienen menos niños en la Argentina y eso hace que los juguetes entren en disminución y también el rango de edad”, dijo Furió.

“Es fuerte”, insistió, y agregó que esa tendencia “lo tenían los europeos y hoy se trasladó acá”.

Otro punto crítico está vinculado con la importación masiva de productos que saturaron el mercado. Según describió, “fue como la fiebre del oro”: “Pensaron que se iban a salvar y fueron todos a importar. Y claro, hay una sobreoferta de productos. Vos ya tenías un producto de mercado que se vendía bien, que vos sumaste, y no hay mercado para poder consumirlo”.

Puso como ejemplo el caso de Lego: “Queremos Legos, ahora tenés Legos y no los vendés”. Furió explicó que se trata de un artículo exitoso en Europa o Chile, pero en Argentina “no es un tipo de producto que estamos identificados ni que la gente lo compre”, salvo sectores de alto poder adquisitivo.

El dirigente también destacó que los cambios culturales en las infancias reducen el uso lúdico de juguetes tradicionales. “Hoy un niño juega con un juguete a los cuatro años”, dijo, y vinculó esa dinámica al acceso temprano a las pantallas: “Después ya el niño es el que saca el celular o agarra la tablet”. Señaló que el fenómeno también fue reflejado en producciones audiovisuales recientes.

Durante la entrevista, Furió alertó sobre la reciente desregulación en el ingreso de juguetes importados y la ausencia de controles de seguridad. Explicó que hasta hace tres meses el INTI o laboratorios especializados certificaban las normas antes de que un producto ingresara al mercado local. “Hoy cambió eso, el gobierno lo desreguló y con una simple declaración jurada el juguete entra, la aduana ya no te lo pide”. Advirtió que ese esquema permite que juguetes potencialmente riesgosos lleguen a manos de niños sin certificaciones: “Un chico se puede tragar la ruedita de un autito o puede de pronto tener alergia a un componente que tiene ese juguete y no pasa nada”. E insistió: “Hay que tener mucho cuidado. Está bueno desregular algunas cosas, pero ahora hay que tener mucho cuidado”.

En cuanto a las expectativas comerciales para las Fiestas, sostuvo que mantienen esperanzas de repunte: “Noviembre sabemos que fue muy duro, pero tenemos expectativas que para diciembre van a mejorar las ventas porque siempre cuando viene un mes malo, el siguiente mejora”.

Fuente: La Brújula 24