Durante las últimas horas se volvió viral la situación -y posible solución- que ocurre en la localidad de Hilario Ascasubi, perteneciente al municipio bonaerense de Villarino: ante una sobre población de loros barranquilleros y su canto que aseguran que es “aterrador”, autoridades y vecinos invitan a realizar una “campaña de espanto”. ¿De qué se trata?
A través de esta propuesta particular, se invita a vecinos de Villarino a realizar ruidos fuertes y luces alejar a los pájaros de la ciudad. En este sentido, la concejal de Unión por la Patria, María del Valle Otero, dialogó con el medio local Brújula 24 y explicó: “la cantidad de loros a la mañana es impresionante, y el sonido es aterrador. Por eso creemos que no hay que tirar la toalla. Es muy difícil, lo que tenemos que hacer es trasladar la población, erradicarlos no se puede”.
Los loros son animales inteligentes y rutinarios. Es por ello que a la tarde es cuando se posan sobre cables de alta tensión, se movilizan al centro de Hilario Ascasubi y según la edil, desprenden una importante suciedad que se queda en las plazas.
En este sentido, la concejal contó las importantes consecuencias que puede generar la masiva presencia de estos animales: “Tenemos que lamentar fallecidos por psitacosis, que trasmite el loro barranquero. Hay un chico actualmente internado al que le estaban por hacer el análisis, y nuestros niños no pueden ir a los parques porque quedan blancos con el excremento”
Guerra declarada en Villarino: 2do round
No es una batalla fácil. En 2018 se intentó combatir con estos animales, que en aquel entonces habían generado roturas de cables de alumbrado, corriente eléctrica e internet y gran cantidad de excremento en diferentes plazas.
La propuesta en aquel entonces fue el uso de rayo láser que, al principio funcionó. Sin embargo, las autoridades aseguran que el loro barranquillero es un animal de costumbre: “Era como una película, estabas en el patio y pasaba el láser barriendo los loros. Después vinieron con una pistola láser y eso solucionó por un mes o dos. Las bombas de estruendo, que afectan a los perros y niños con autismo, también se acostumbran”.
Fuente: La Brújula 24