El Día del Maquinista de la Armada se instituyó en homenaje al Suboficial Principal Maquinista (post mortem) Félix Oscar Artuso, quien integraba la dotación del submarino ARA “Santa Fe” durante el Conflicto del Atlántico Sur, en 1982.
Las máquinas y engranajes conforman el corazón de cualquier unidad naval, y quienes trabajan en él son los “cirujanos” que lo operan. Quizá sea una metáfora trillada en el ámbito naval, pero no hay nada más representativo que describa a un maquinista como la persona formada para mantener encendida, mejorar y, en algunos casos, revivir cualquier unidad que flote, vuele o traccione sobre tierra.
Cada 26 de abril se conmemora en el ámbito de la Armada el Día del Maquinista en recuerdo del Suboficial Principal (post mortem) Félix Oscar Artuso quien formó parte de la dotación del submarino ARA “Santa Fe”, que tuvo su bautismo de fuego el 25 de abril de 1982, cuando fue atacado por helicópteros británicos durante el conflicto por las islas Malvinas.
Al día siguiente, cuando el submarino ya había sido capturado y los británicos ordenaron moverlo de muelle se produjo su muerte durante un confuso episodio cuando un militar británico disparó su ametralladora durante el traslado del buque.
“El ideal de maquinista debe ser alguien que tenga apetito de conocimiento porque nunca suceden los mismos inconvenientes, ni en los mismos equipos. Por siempre estará abocado a aprender cosas nuevas. También debe tener perseverancia en todo lo que se propone y erradicar el miedo ante lo desconocido. Siempre me decían: ‘si funciona no lo toques’; nunca hice caso y así encontramos un montón de falencias que venían de años por miedo a romper por tocar”, estas palabras son de la Capitán de Corbeta Romina Soledad Messina, quien eligió las máquinas como lugar de trabajo. “El maquinista debe encontrar un equilibrio, porque es ahí donde se descubren cosas que no las enseña la teoría, las enseña la práctica”.
“Mi abuelo fue el Suboficial Principal Luis Messina, quien en lugar de llevarnos a la plaza, nos llevaba a los submarinos. Mamá dice que seguramente desde entonces me quedó el ‘chip’ de las máquinas. Desde cadete naval nunca evalué otra opción para mi carrera”, relata la maquinista.
La corbeta ARA “Espora”, el transporte rápido multipropósito ARA “Hércules”, el buque logístico ARA “Patagonia” y su actual destino, el Hospital Naval Puerto Belgrano; han sido los lugares donde la Capitán de Corbeta Messina construyó su perfil profesional. Destaca que las máquinas son un mundo lleno de desafíos: las máquinas nunca paran y quienes las hacen funcionar, tampoco.
“Tuve un Comandante que me enseñó que lo fundamental es el trabajo en equipo. Entendernos unos a otros; sacar el máximo potencial de cada una de las personas; descubrir para qué es bueno cada uno. Conformar un buen grupo es fundamental para cualquier maquinista”, reflexiona la Capitán de Corbeta Messina.
Hoy, con una Maestría en Energías Renovables y Gestión del Medio Ambiente, la integrante de la Armada se encuentra en búsqueda de nuevos desafíos. Confiesa que le encantaría poder trabajar en Ushuaia y la Antártida ya que son espacios donde podría aplicar los conocimientos adquiridos durante la formación superior.
La Capitán de Corbeta Romina Messina forma parte de una clase de marinos que sabiéndose esenciales realizan una tarea silenciosa. Si funciona, es porque ellos están detrás. Con profesionalismo y convicción, los maquinistas son quienes operan el corazón de las unidades de la Armada Argentina.
Gaceta Marinera