Documento de ATE y CTA Autónoma

ATE Punta Alta y CTA Autónoma se manifestaron con profundos fundamentos sobre temas de marcada actualidad ante el escenario del próximo balotaje.

«SIN SALUD MENTAL Y DERECHOS HUMANOS NO HAY DEMOCRACIA»

«En nuestro país, desde el año 2014, la Convención Internacional de los Derechos de las personas con Discapacidad -postulado reconocido como el primer tratado internacional de Derechos Humanos del Siglo XXI- tiene rango constitucional y es considerada el marco jurídico que permite desarrollar una profusa legislación en material de Derechos Humanos, que pone a la Argentina en la vanguardia del Derecho Internacional.

En continuidad con los postulados de la Convención, Argentina sancionó la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657, consolidando en el marco normativo nacional una perspectiva de derechos humanos en relación a las personas con padecimiento mental y para la comunidad en general. Así, se avanzó hacia un modelo de respeto de la autonomía en la toma de decisiones que afectan a las personas con padecimiento mental y personas en situación de discapacidad, pero no se limitan a este grupo en particular, sino que avanza hacia la protección de todas las personas.

La construcción de salud mental como un tema público tiene una historia vinculada con el encuentro entre los movimientos de derechos humanos, el retorno a la democracia y el movimiento antimanicomial que denuncia las violaciones a los derechos humanos de usuarias y usuarios de servicios de salud mental.

Sabemos que la salud mental de un pueblo es tanto producto como fuerza impulsora para el desarrollo. Las formas de sufrimiento y padecimiento mental, entendidas desde su determinación social, obstaculizan la vida de las personas y su necesario aporte a una sociedad inclusiva. No se puede separar la salud mental de la agenda de los derechos humanos en la Argentina.

Hace pocos días celebramos 40 años de vida democrática ininterrumpida, en un contexto que nos enfrenta a un desafío político de magnitudes inéditas. Nos encontramos dando discusiones que ya creíamos saldadas y teniendo que contrarrestar una lamentable banalización de la política. Es por ello qué desde ATE – Seccional Punta alta y CTA autónoma Coronel Rosales, y todas sus Secretarias, tenemos la obligación y el deber de sostener que Massa y Milei no son lo mismo.

Sergio Massa pertenece a la fuerza política que ha constituido a la Salud Mental y los Derechos Humanos como políticas de Estado.

En cuanto a la primera, se ha impulsado la reforma en el modelo de atención en salud/salud mental más importante de las últimas décadas. En este sentido, el candidato se ha expresado sobre la necesidad de mantener “a la salud pública como una política de Estado”, advirtiendo

que los candidatos de la oposición pretenden “salir de un modelo de prción para ir al individualismo del ‘sálvese quien pueda’”. Además, sostiene que “la vida no tiene precio”, “creemos en la solidaridad como valor, creemos en el Estado y su rol regulador, equilibrador de las relaciones sociales y generador además de instrumentos de políticas públicas”. Así quedó demostrado en la Pandemia COVID-19, con la distribución de vacunas y atención sanitaria de excelencia a cada rincón de nuestro país, y dando apoyo incluso a otros países, con la solidaridad como bandera.

Massa proviene de un modelo de gobierno que, allá por 2003, asumió un compromiso irrevocable con los organismos de Derechos Humanos, abarcando las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y una ampliación de derechos paradigmáticos. En este sentido, se han llevado adelante políticas públicas que resultaron un claro avance en la promoción de Derechos Humanos de grupos postergados y que en su mayoría estaban en una situación de vulnerabilidad social. Al día de la fecha, este modelo continúa reivindicando las políticas públicas orientadas a garantizar los Derechos Humanos, y defendiendo la memoria de los 30.000 compañeros y compañeras detenidas y desaparecidas y la de todas las víctimas de las fuerzas represivas del Estado durante los 40 años de democracia.

Por el contrario, los sectores de Juntos por el Cambio que han expresado su apoyo a Javier Milei y que han gobernado los años comprendidos entre 2016 y 2019, significaron un marcado deterioro en los servicios de salud mental en general y salud mental en particular, así como también han impactado en los argentinos por las políticas económicas neoliberales que generaron un sufrimiento creciente e incrementaron la demanda y complejidad de los mismos, profundizando las barreras de acceso al sistema sanitario.

En el año 2017, el gobierno de Mauricio Macri arremetió contra la Ley de Salud Mental y constituyó un retroceso histórico en materia de Derechos Humanos -a los que ha denostado y nombrado como “un curro”-. Operó desde el famoso fallo del 2×1, hasta el recorte de 70.000 pensiones por discapacidad, sin ninguna revisión, las cuales fueron restituidas a sus legítimos beneficiarios por un fallo de la justicia, dos años después, producto de la lucha organizada. Esto quiere decir que, de no haber sido por los/as miles y miles de argentinos/as que salieron a las calles a defender nuestros derechos, hoy no podríamos contar con la Ley 26.657 y los genocidas estarían caminando por las calles o detenidos cómodamente en sus casas, impunes, como estuvieron por tantos años.

A Javier Milei y los referentes de La Libertad Avanza, no les tiembla la voz a la hora de expresar el profundo desprecio que sienten por los derechos básicos. Negacionismo, protección de genocidas, libre mercado de armas, libre mercado de órganos, y “quien quiera reventarse consumiendo droga o suicidarse puede hacerlo sin asistencia del Estado”… estas son las propuestas de Milei.

Ante el concepto erróneo que se propone de la libertad -que tan atractivo ha resultado para los medios masivos de comunicación-, nuestra apuesta será siempre a lo colectivo. Un sujeto no es libre cuando hace “lo que quiere”: la libertad es con otros/as, la libertad no existe sin lazo social. Libertad sin igualdad es selva, igualdad sin libertad es prisión.

Por lo expuesto:

Manifestamos nuestra oposición a la libre compra y venta de armas, convencidos de que sólo contribuye a consolidar una sociedad más violenta e insegura.

Defendemos la Ley Justina y el modelo de trasplante de órganos solidario, y al INCUCAI como organismo de control.

Repudiamos el libre mercado de la salud. En estas elecciones, se pone en juego la continuación de un camino que promueve a la salud/salud mental de acuerdo a los estándares nacionales e internacionales de Derechos Humanos, de organización de dispositivos de atención y cuidados, y del modelo de atención con base en las comunidades a través del diseño de políticas públicas para el pueblo argentino.

Sostenemos que la educación pública es la única alternativa para la consolidación de una sociedad justa y con equiparación de oportunidades para sus integrantes.

Finalmente, no queremos dejar de reconocer y celebramos coincidir con la línea histórica del radicalismo a la hora de defender los Derechos Humanos y la importancia del Estado Presente.

Sin Derechos Humanos, sin derechos laborales, sin políticas públicas en Salud Mental, no hay democracia posible. Nuestra posición siempre ha sido y seguirá siendo firme e innegociable a la hora de defender los Derechos Humanos, la presencia y eficiencia del Estado, y sostener la lucha histórica por los derechos de los y las trabajadoras en cada rincón del país, con responsabilidad, organización, independencia y en unidad.

Es por ello que desde todas las secretarias de ATE – Seccional Punta alta y CTA Autónoma Coronel Rosales, somos claros al exponer nuestra postura y expresamos que este 19 de noviembre no sólo votamos en contra de Milei, sino a favor de Sergio Massa, a favor de la democracia, la justicia social, la salud mental, la educación pública, la memoria, la verdad y la justicia.»