La propuesta inició desde el Departamento Informática con la confección de máscaras protectoras faciales para el personal del Arsenal.
En el marco de los estrictos protocolos sanitarios que se implementaron desde el inicio de la pandemia, personal del Departamento de Informática del Arsenal Naval Puerto Belgrano (ARPB) confeccionó mascarillas para los trabajadores, extendiendo el diseño de impresiones en 3D a otras áreas y destinos de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB).
El personal de la División Redes y Telecomunicaciones, compuesta por los ingenieros Daniel Russi, Marcelo Mallimaci y Leandro Ortíz tuvieron la responsabilidad inicial de elaborar máscaras para todo el personal del Arsenal que durante la emergencia sanitaria continuaron en sus puestos de trabajo.
Luego, se evaluó la posibilidad de brindar el servicio a otras áreas del Arsenal o destinos de la Base Naval. “Al comienzo de la pandemia, y como en varios rubros o productos se generó una escasez de elementos de protección personal (EPP) por lo que desde el Arsenal se decidió adquirir una impresora 3D para la confección de las mascarillas. En la división se estaba conformando un área de diseño gráfico y ploteo para cartelería de seguridad y otras demandas, por lo que debido a la incorporación de esta impresora se pudo dar respuesta al requerimiento inicial y luego, ante los resultados obtenidos, se amplió el servicio”, expresó el ingeniero Daniel Russi.
Finalizada la tarea de las mascarillas, aplicaron la experiencia adquirida para responder a otros trabajos. “Después de varios meses se empezó a buscar otras utilidades y nos llegaron requerimientos del Taller de Armas, del Hospital Naval Puerto Belgrano y se comenzaron a realizar heráldicas para la confección de escudos, soportes de antenas para enlaces inalámbricos, herramientas para carpintería, etc”, relató el Ingeniero Electrónico Marcelo Mallimaci.
Desde el hospital, se planteó la inquietud de elaborar una pieza de las camas de terapia intensiva. “Nos llegó el requerimiento y fuimos a ver cómo funcionaba el mecanismo y, en particular, observar la pieza que se necesitaba para el correcto uso de las camas. Replicamos en base a un modelo que tenían, lo cual facilitó nuestra tarea. Luego hicimos una prueba para comprobar el correcto funcionamiento del sistema y al ser exitosa se procedió a imprimir en cantidad”, comentó el ingeniero Russi.
Impresoras 3D
La máquina empleada es de uso hobbista, a pesar de ello, permite imprimir las piezas u objetos que se han ido diseñando sin problemas, teniendo en cuenta el uso que se les va a dar en función de las características del material empleado (resistencia, elasticidad, temperatura, etc). Para la confección se utilizan distintos tipos de filamentos, de los cuáles se adquirió PLA (ácido poliláctico) y PETG (tereftalato de polietileno con glicol).
Primero se diseña en 3D y luego se lo traslada a otro programa que adapta el diseño inicial a las configuraciones de la impresora. Los filamentos siguen una traza y depositan capa por capa el material termoplástico, el cual durante la impresión sale derretido del extrusor y luego se endurece a medida que se enfría.
“Si bien la máquina parece simple, presenta mucha complejidad para obtener el resultado deseado. Demanda tiempo y existe un límite de calidad que se puede obtener con estos materiales en función de las condiciones ambientales”, expresaron los ingenieros.
La impresora 3D requiere calibración en cada trabajo y se debe emplear un fijador especial que funciona como adhesivo. Se trabaja con una temperatura entre 185 y 230 grados dependiendo del material.
“Nosotros arrancamos de cero y tuvimos mucha paciencia en la forma de trabajar”, aseguró el ingeniero Mallimaci. Y agregó: “Fuimos obteniendo la experiencia en base a cada prueba y error. Con el tiempo los resultados fueron buenos y se incorporaron muchos trabajos desde la elaboración de las mascarillas”.
Las tareas que lleva adelante el personal de la división Redes y Telecomunicaciones del Arsenal Naval Puerto Belgrano permiten agilizar tiempos y reducir costos. “Contar con esta máquina y tenerla en óptimas condiciones favorece la logística. Hay un campo de acción interesante y cada requerimiento que se cumple facilita la tarea de otros”, expresó el ingeniero Leandro Ortíz.
Gaceta Marinera