El Cabo Principal Apoyo General Conductor Leonardo Nicolás Fernández conoce a la Armada de toda la vida. Su papá, Jorge Eladio, integró sus filas hasta su retiro el año pasado. “Desde chico fui muy cercano a la familia naval, mi papá me transmitió el cariño por la Institución y por la especialidad que compartimos”, reconoce.
Tenía muy en claro la profesión que quería y la especialidad que iba elegir»
Desde chico, Leonardo Nicolás Fernández tenía decidida su profesión: sería parte de la Armada Argentina siguiendo los pasos de su papá. Hoy, con 31 años, es Cabo Principal y tiene bajo su responsabilidad el cargo Automotores en la Escuela de Oficiales de la Armada (ESOA), función que desempeña con profesionalismo y entusiasmo.
Leonardo nació hace 31 años en el Hospital Naval Buenos Aires “Cirujano Mayor Dr. Pedro Mallo” debido a que su padre, en ese momento, estaba destinado en la Base Aeronaval Punta Indio. Su infancia y adolescencia las transitó entre las ciudades de Trelew y Punta Alta.
Su mamá Sandra es oriunda de San Juan y su papá de Cruz del Eje (Córdoba), mientras que Leonardo es el tercero de 4 hermanos. Finalizó sus estudios primarios en la Escuela Nº8 “General Manuel Belgrano” de Punta Alta y cursó el secundario en la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº1 «Almirante Ramón González Fernández» en la misma ciudad, egresando en 2007 como Técnico en Equipos e Instalaciones Electromecánicas, conocimientos que le sirvieron para la especialidad que elegiría.
En 2002, con su padre destinado en la fragata ARA “Libertad”, tuvo la oportunidad de estar a bordo junto a sus hermanos Jorge y Marcos. “Ese momento marcó mi adolescencia y por ello estoy muy agradecido con la Armada Argentina”, comenta.
Durante ese último año en el secundario, empezó a prepararse para rendir los exámenes de ingreso a la Escuela de Suboficiales de la Armada. “Tenía muy en claro la profesión que quería y la especialidad que iba elegir. Siempre me gustó el trabajo de mi papá y me intrigaban mucho los vehículos. Esa cercanía generó en mí el deseo de ingresar a la Fuerza”.
Para su familia la decisión de formar parte de la Armada no fue una sorpresa: «Creo que mi madre en parte se lo esperaba porque yo era el que más acompañaba a mi padre en su trabajo y siempre recibí su apoyo», expresa con orgullo el marino.
Haciendo su propio camino
Egresó de la Escuela de Suboficiales de la Armada en diciembre del 2008 siendo el primero en la especialidad Apoyo General Conductor por orden de mérito. “En la ceremonia de egreso recibí la medalla y el escudo, y con mi familia presente fue imposible contener la emoción”, reconoce.
Su primer destino fue la Agrupación Servicios de Cuartel, a la cual conocía por ser uno de los tantos que recorrió junto a su padre. Luego estuvo en la Base Naval Puerto Belgrano y en el 2014 realizó el Curso de Brigadistas en Incendios Forestales “una experiencia diferente a mi especialidad, pero que materializó un importante aporte de conocimientos para poder actuar en emergencias ayudando a la comunidad”, reconoce.
En la jerarquía de Cabo Primero estuvo destinado en el Cuartel General del Estado Mayor General de la Armada, donde tuvo la experiencia de ser designado conductor de la Delegación de la Armada del Uruguay en los eventos conmemorativos por el 50° Aniversario del Coordinador del Área Marítima del Atlántico Sur (CAMAS).
También prestó servicio en la Dirección General de Educación de la Armada y, en la actualidad, se encuentra destinado en la Escuela de Oficiales de la Armada. “Intento cada día desempeñar mi función con gran responsabilidad, dedicación y compromiso”, remarca.
Su padre, el Suboficial Mayor Jorge Eladio Fernández pasó a situación de retiro el año pasado y su hijo anhela poder cumplir con su legado. “Con esmero y responsabilidad espero también alcanzar el grado máximo. Me enorgullece”, concluye.
Gaceta Marinera – Mar Adentro – Maria Silvina Rosas