Homicidio calificado por el vínculo y por ser cometido con un arma de fuego, habiéndose excedido en la legítima defensa. Esa es la acusación que pesa por estas horas sobre Domingo Faustino Verna, el militar retirado de 77 años que mató de cinco balazos a su nieto Brian Verna (29), en Bahía Blanca, y aunque la calificación es grave y las pruebas que hay en su contra son contundentes, el fiscal de la causa, Jorge Viego, resolvió mantenerlo en libertad mientras avanza la investigación.
Los motivos para que el asesino no esté preso son dos. El primero es la avanzada edad de Verna y el otro es una parte de la calificación del expediente que hace que pueda ser considerado un delito doloso y por ende, la Justicia considere que puede estar libre durante el proceso: el presunto exceso en la legítima defensa. Es decir, que más allá de que haya sobrepasado los límites, la intención inicial del abuelo no habría sido la de asesinar a su nieto y por eso sigue en su casa.
Así lo explicó el fiscal General de Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández, en diálogo con el programa radial “Bahía Hoy”, de la Brújula 24. En el reportaje, el funcionario aclaró, sin embargo, que la investigación continúa y que la calificación todavía puede cambiar y afectar la situación del acusado. Todo dependerá de qué otros elementos se incorporen al expediente “Está imputado de un delito, más allá de que haya legítima defensa o no, o que la haya excedido. La imputación es exceso en la legítima defensa y tiene una pena menor. Es la que prevé el Código para el delito culposo, con lo cual puede transitar el proceso en libertad. Habrá que ver si con el correr de los días esta calificación se mantiene o se modifica, porque se ha dado en los primeros momentos de la investigación”, dijo Fernandez.
En ese sentido, el jefe de los fiscales bahienses explicó cuándo se considera una exceso en la legítima defensa. Dijo que se da cuando se exceden los límites de la necesidad de defenderse uno a la propiedad. “Por ejemplo, si con dos golpes de puño ya redujo al agresor y está fuera de combate, darle dos golpes más es un exceso de legítima defensa. El fiscal Viego, en función de los cinco disparos, calificó el caso de esa manera”, agregó.
Al respecto, dijo que todavía falta analizar cuáles son las circunstancias personales del conflicto entre los involucrados y recordó que Verna todavía no declaró ni explicó por qué acribilló a su nieto. Además, señaló que esperan el aporte de los familiares y de los vecinos.
Por lo pronto el ex militar goza de plena libertad sin ningún tipo de restricción y podría moverse por el barrio como quiera. Algo que perturba la tranquilidad de los habitantes del lugar, quienes sin atreverse a dar nombres dialogaron con el mismo medio local para dar cuenta de que a Verna simplemente le tienen miedo.
Los consultados coincidieron que era una persona extremadamente estricta, casi violenta. Algo que también sostuvo Mariel, su hija y madre de la víctima, quien en diálogo con varios medios nacionales dijo que Verna abuelo la golpeó desde que era una niña e incluso cuando estaba embarazada de Brian. “Mi padre era fanático de los caballos y nos pegaba a mí y a mis hermanos con una fusta, que no es otra cosa que una varilla de metal envuelta en cuero”, reveló la mujer en una entrevista con Telefe.
Otro vecino contó a La Brújula 24 una anécdota que estremece y da cuenta del perfil que tiene el abuelo. Según el testigo, Verna amenazaba con un arma de fuego a chicos que jugaban al fútbol en el sector. De hecho, luego del crimen, los investigadores descubrieron que el ex militar guardaba un arsenal.
Según indicaron fuentes judiciales ayer a Infobae, en el procedimiento hallaron un revólver calibre .32 corto marca Harrington & Richardson, que sería el arma con la que mató a su nieto. También una escopeta de un caño calibre .24 marca Longo hermanos y dos revólveres calibre .22 corto marca Ítalo Gra, además de municiones varias de esos calibres.
“Cuando escuchaba ruidos, disparaba al aire”, recordó Mariel, quien nuevamente sostuvo que se trató de un crimen premeditado y que pese a vivir a menos de 20 metros de su padre, no tiene miedo en pasar todos los días frente a su casa y verlo en libertad. Pese a eso, pidió custodia policial aunque todavía no accedieron al pedido. Lo único que se hizo por el momento fue aumentar el patrullaje en el sector para evitar hechos de violencia.
Fuente: La Brújula 24