Alberto Fernández volvió a celebrar la concesión del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la deuda externa argentina. El Presidente primero lo hizo el miércoles a través de las redes sociales y ahora en un acto en la localidad bonaerense de Escobar.
«El FMI nos dio la razón», destacó el jefe de Estado durante la inauguración de una planta de medicamentos biológicos en la zona norte del conurbano bonaerense, donde también criticó la «especulación financiera» del mercado durante los últimos años.
«Elegimos hacer el plan de salida nosotros y desde el Fondo nos dijeron que sí», insistió el jefe de Estado que a la vez trazó un paralelismo sobre la negociación de la deuda en 2003 durante el gobierno de Néstor Kirchner con el ministro de Economía Roberto Lavagna.
Las autoridades del FMI publicaron un comunicado el miércoles en el que reconocieron que la deuda externa argentina «no es sostenible» y que por eso los acreedores deberían aceptar una «contribución apreciable» para que las partes puedan alcanzar una solución «definitiva».
«Nuestra visión es que el superávit primario (antes del pago de intereses) que se necesitaría para reducir la deuda pública y las necesidades de financiamiento bruto a niveles consistentes con un riesgo de refinanciamiento manejable y (tener) un crecimiento del producto potencial satisfactorio, no es económicamente ni políticamente factible», analizaron desde el Fondo.
La Argentina le debe al FMI los U$S44.000 millones que le prestó durante el gobierno de Mauricio Macri, pero la deuda externa total ascienda a los U$S311.000 millones, equivalente al 90% del PBI, es decir lo que producen los argentinos.
Cristina Kirchner había planteado en la Feria Internacional del Libro de Cuba que los acreedores deberían aceptar una quita, pero el FMI respondió enseguida que su estatuto no permitía eso. Ahora, las autoridades del Fondo apoyaron la estrategia argentina.
Fuente: TN