Ante la presencia de diputados y senadores provinciales, miembros del poder ejecutivo, intendentes, legisladores nacionales, representantes sindicales y organismos de derechos humanos; el gobernador Axel Kicillof brindó este lunes su discurso de apertura de sesiones ante la asamblea legislativa en la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Además de hacer un repaso por los logros de los primeros cuatro años de gestión, el mandatario analizó la difícil situación nacional y su impacto específico en la Provincia de Buenos Aires.
Al inicio de su discurso, el mandatario hizo un resumen de los años de gestión posteriores a la pandemia. Resaltó entre los avances la construcción de nuevas escuelas y centros primarios de salud, las obras de infraestructura, el equipamiento en materia de seguridad y la reactivación industrial. También mencionó que la mayoría de los bonaerenses valoraron positivamente estos avances y brindaron un amplio respaldo electoral.
Al momento de referirse al gobierno nacional, Kicillof mostró respeto por los argentinos que lo votaron con la expectativa de un futuro mejor. Sin embargo, se mostró muy crítico respecto a todas las medidas que el ejecutivo nacional pretende llevar adelante. Al respecto, indicó: “El Presidente debe aprender a convivir con gobernadores elegidos a través de los mismos mecanismos que lo transformaron a él en Presidente. Aunque le cueste comprenderlo, la democracia se trata de respetarnos mutuamente y cumplir con la constitución, con la responsabilidad de cada uno y con las leyes”. Y agregó: “Quiero reiterar cuáles seguirán siendo los lineamientos rectores de nuestro proyecto en los próximos cuatro años: Gobierno protector, Estado presente y Pueblo solidario”
También hizo referencia al impacto del recorte de la obra pública nacional en la provincia de Buenos Aires. Al respecto resaltó: “Desde esta legislatura, donde están representadas todas las fuerzas políticas y todas las regiones de la Provincia, le decimos al presidente que el trabajo, el desarrollo y la dignidad que estas obras construyen no se pueden frenar. La obra pública se tiene que reiniciar”
El gobernador analizó además las consecuencias del plan de ajuste del gobierno de Javier Milei y se mostró preocupado: “¿De qué equilibrio fiscal habla el presidente cuando miles de familias tienen que cambiar a los chicos del colegio, cuando hay pacientes cuyos tratamientos se interrumpen, cuando caen los sueldos y crecen las dificultades de los jubilados para acceder a los medicamentos, cuando hay tantas obras paradas, cuando cae el salario, cuando cierran los comercios? ¿A eso llaman equilibrio? Ese supuesto éxito equivale a equilibrar la economía de una familia cortando la comida de los chicos y los medicamentos de los abuelos. Eso no es equilibrio, es una masacre social.”
Sobre el final el mandatario expresó: “Ninguna provincia crece si el país salta al vacío. Ninguna persona puede alcanzar la felicidad en una sociedad que se desintegra. Ningún productor puede producir sin un Estado que lo acompañe, defienda y promueva. Ningún empresario puede enriquecerse si el pueblo no tiene recursos ni para comprar lo básico. Ningún barrio, ninguna localidad puede tener paz si no hay más inclusión, protección y dignidad. Ningún futuro es posible si el odio, el individualismo y la crueldad imperan en la sociedad”
Antes de cerrar, concluyó: “Nos podrán injuriar, podrán mentir, podrán sacar los tanques a las redes. Nosotros vamos a seguir recorriendo todos los pueblos, vamos a seguir trabajando incansablemente para sostener y ampliar los derechos y por la justicia social. Lo que no pueden robarle a la Provincia de Buenos Aires es su derecho al futuro”.