Desde 2016, los jefes militares podían realizar designaciones, incorporar personal civil y establecer los destinos de misión.
El Gobierno, a través del Ministerio de Defensa, encabezado por Agustín Rossi, derogó dos decretos del expresidente Mauricio Macri que ampliaba las facultades de las Fuerzas Armadas, y devolvió las funciones a los que había establecido durante su mandatos Néstor Kirchner.
Se trata de la potestad que Macri les había otorgado en 2016 a los jefes de las fuerzas para realizar designaciones, incorporar personal civil y establecer los destinos de misión, que ahora regresará a manos del Ministerio. También los habilitaba a decidir bajas y retiros obligatorios, otorgar ascensos a suboficiales, licencias, y resolver cuestiones disciplinarias.
El decreto que se publica hoy en el Boletín Oficial deroga dos de Macri, que a su vez anulaban dos de Kirchner se revirtió. En los considerandos se cuestiona la decisión del Gobierno anterior.
Por caso, se indica «que el Decreto N° 683/18 planteó la necesidad de modificar la reglamentación de la Ley de Defensa Nacional N° 23.554, que había sido plasmada en el Decreto N° 727/06, arguyendo que un supuesto e inexplicado exceso reglamentario restringía las potencialidades para la Defensa Nacional».
«Que el citado Decreto N° 683/18 modificó la voluntad del legislador y el espíritu de la Ley de Defensa Nacional Nº 23.554, al eliminar lo dispuesto en la redacción original del Decreto Nº 727/06, el que sostenía que debía entenderse el término “agresión de origen externo”, expresada en el artículo 2º de la mencionada Ley Nº 23.554, como “el uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de nuestro país, o en cualquier otra forma que sea incompatible con la Carta de las Naciones Unidas”, continúan los considerandos.
Tras lo que añade: «Que alterando ostensiblemente el criterio demarcatorio que separa la Defensa Nacional de la Seguridad Interior, el Decreto N° 683/18 omitió que la escisión de estos campos deviene del tipo y/o naturaleza de la amenaza, concluyendo que, como consecuencia de la evolución del entorno de Seguridad y Defensa, resultaba necesario establecer nuevos roles y funciones para cada una de estas instancias, lo que contraviene el sólido consenso normativo y doctrinario alcanzado desde la recuperación de la democracia en el año 1983».
Asimismo, se afirma que la derogación del referido Decreto N° 1691/06 «alteró un criterio esencial de organización de las Fuerzas Armadas consistente en que su misión principal, cual es la de conjurar y repeler toda agresión externa perpetrada por Fuerzas Armadas de otros Estados, debía estructurar doctrinaria, orgánica y funcionalmente su funcionamiento, de modo tal de fungir como principal criterio ordenador de todo su diseño de fuerzas» y que «alteró también un criterio fundamental de la organización y el funcionamiento basado en que las misiones subsidiarias del Instrumento Militar, incluida la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones de seguridad interior prevista por la Ley de Seguridad Interior Nº 24.059, no debía afectar las capacidades requeridas para el cumplimiento de su misión primaria y esencial».
Fuente: Ámbito