Entre tanta incertidumbre y desasosiego generado por la pandemia, uno de los protagonistas excluyentes en la Argentina es el ministro Ginés González García, al frente por segunda vez en democracia de la cartera de Salud de la Nación.
Pasaron 63 días de la medida que tomó el Gobierno el 20 de marzo pasado al decretar el confinamiento preventivo, social y obligatorio y el cierre de las fronteras, que se extienden hasta hoy. Allí, Ginés fijó la matriz de lo que sería el diseño de una estrategia sistémica, federal y consensuada frente al manejo de la situación que evidenció su alquimia exquisita entre su don de médico sanitarista y de político avezado.
El ministro conformó tanto puertas adentro -con la destacada doctora Carla Vizzotti, como aliada incondicional- como puertas afuera del ministerio, un prestigioso equipo de expertos -integrado en su gran mayoría por infectólogos- para avalar las decisiones técnicas; y propulsó además la intervención de gobernadores, intendentes y autoridades sanitarias en todos sus estamentos.
Ginés es de los que piensa que el pico en el caso argentino aún no llegó: «Para mí el pico no llegó. Siempre dije que le tenía más miedo a junio que a mayo. Incluso, pretendemos que no haya pico, y si lo hay que sea un piquito. Lo peor, en el sentido del número de casos y sus consecuencias, todavía no lo hemos sufrido. Pero la capacidad resolutiva del sistema de salud, con respecto a lo que era hace dos meses, es realmente brutal «, definió.
El funcionario señaló que «Mi reflexión con respecto a estos dos meses es tremendamente positiva. Y siempre sucede lo mismo, nadie va a valorar lo que no ocurrió, ese es el tema de la prevención. Pero claramente nosotros con estas medidas hemos evitado muchísima tragedia y muerte».
«Y eso es obra no sólo del Gobierno, sino también de todos los argentinos que hemos cumplido estrictamente con reglas que no han sido fáciles y que traen dificultades de todo tipo: psicológicas, económicas y las hemos cumplido muy bien. Hoy estamos en una fase distinta; lo cual no significa que hayamos ganado ninguna batalla», agregó González.
También recordó que «la pandemia del COVID-19 comenzó con una importación de casos, eran sectores sociales que tenían una identidad de clase media y/o clase alta, con cobertura de seguridad social, obras sociales o prepagas – en el 75% de los casos -. Y los contagios eran entre sus entornos, contactos directos, familia producto de los viajes».
Y dijo que «esto ha ido cambiando, y el rasgo más evidente está en la cobertura de salud. La cobertura de los casos actuales, de los que se están internando, no tienen otra cosa que la cobertura pública que brinda el Estado. Eso explica que el coronavirus está atacando a otro sector social y en paralelo que ingresamos a otro estadio de la pandemia».
Fuente: Infobae