Las tareas incluyeron el adiestramiento de la dotación, maniobras con los motores principales y operaciones aéreas con helicópteros Sea King. Además, se efectuaron ejercicios de lucha contra incendios, abandono de la unidad y supervivencia en el mar.
Arribó al Apostadero Naval Buenos Aires (ADBA) el rompehielos ARA “Almirante Irízar” (Q-5), tras finalizar la navegación de prueba de máquinas y sistemas con vistas a la próxima Campaña Antártica de Verano 2023/24.
El buque de la Armada Argentina, al mando de su comandante, Capitán de Navío Carlos Recio, zarpó el 3 de noviembre desde su apostadero en Dársena Norte y puso proa rumbo sur hasta alcanzar la altura de la ciudad de Mar del Plata.
Una vez en aguas abiertas, la totalidad del personal a bordo fue convocada al hangar del buque en donde recibieron sus respectivos chalecos salvavidas y una clase de supervivencia en el mar y de abandono de la unidad. Posteriormente, se impartió una clase de Lucha Contra Incendios (LCI), mientras que, por la noche, la dotación pudo participar en un ejercicio de lanzamiento de bengalas.
Al día siguiente, se llevó a cabo la maniobra de “crash – stop” a fin de poner a prueba la capacidad de reacción de los motores principales. Para esto, se llevó a máxima potencia la unidad, y de repente se realizó la acción contraria, retrocediendo la marcha en el menor tiempo posible. Esta acción es utilizada cuando se navega en aguas antárticas, logrando que el buque avance y retroceda de golpe, subiendo al hielo y rompiéndolo, en caso de que no pueda lograrlo con el mismo avance.
Luego se dio inicio a un ejercicio de “black out”, momento en el cual el personal a bordo debió cerrar por completo las escotillas, ojos de buey y toda abertura que permitiese el paso de la luz del sol. Al finalizar esta acción, se cortó la iluminación interna del “Almirante Irízar” y se puso en práctica lo aprendido en la clase de LCI.
Por la tarde, se llevaron a cabo actividades en la cubierta de vuelo, las que incluyeron la cobertura con espuma de la misma, el adiestramiento de señaleros y del resto del personal que cubre roles en la cubierta de vuelo.
También se puso a prueba el sistema de burbujeo, que facilita la navegación polar y el desplazamiento de la unidad en espacios reducidos, como puede ser la dársena de un puerto.
El día siguiente se pusieron en marcha y se verificó el correcto funcionamiento de las balsas salvavidas junto a otras embarcaciones menores. Las mismas fueron arriadas hasta alcanzar el nivel del mar, embarcando personal a bordo y comprobando las capacidades de las mismas.
Finalizada esta actividad, arribó al rompehielos, a bordo de un helicóptero Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (COAA), Vicealmirante Jorge Juan Siekan, a fin de tomar contacto con la tripulación y supervisar las actividades en curso.
Al respecto, el Vicealmirante Siekan señaló: “Nuestra tarea principal es alistar y adiestrar; ponemos a disposición del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR) las unidades navales y los medios aeronavales y ellos planifican y supervisan la ejecución de la Campaña Antártica de Verano”.
Por último, finalizada la prueba de máquinas, el buque emprendió el regreso a Buenos Aires, donde completará su alistamiento para dar inicio a la próxima Campaña Antártica de Verano (CAV), en la que además la Armada Argentina pondrá a disposición el aviso ARA “Bahía Agradable”, que también realizó sus pruebas de sistemas frente a las costas de Mar del Plata, y el transporte ARA “Canal Beagle” que en unos días zarpará para cumplir con su período de pruebas y alistamiento final, a fin de estar en condiciones de iniciar la CAV 2023/24.
En esta oportunidad también navegaron a bordo cadetes de la Escuela Naval Militar (ESNM), quienes adquirieron conocimientos y realizaron diferentes prácticas profesionales que complementan en el mar su formación académica.
Gaceta Marinera