Se ubicó en el 57,6% en febrero, lejos del 65% del mismo mes de 2023.
La utilización de la capacidad instalada en la industria, que mide la proporción utilizada de la capacidad productiva del sector, se ubicó en el 57,6% en febrero, un nivel inferior al del mismo mes de 2023, que fue de 65%. Es el peor nivel mensual de uso en más de dos años, ya que el registro anterior más bajo fue en enero de 2022, con un 55,6%.
De hecho, no hubo un porcentaje tan malo para el uso de la capacidad instalada en un mes de febrero en al menos los últimos veinte años, según los registros de Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
“Es el peor febrero desde que está la serie actual del organismo, de 2016, posiblemente esté cerca de los niveles de 2002?, dice a Ámbito Federico Zirulnik, economista del Centro de Estudios Económicos Scalabini Ortiz (CESO).
Y asegura, no obstante, que “el dato no sorprende, dada la recesión cada vez más grande que estamos viviendo”. “Este es el resultado de la política de Javier Milei y la caída del consumo es el origen de esa cuestión”, diagnostica, por su parte, Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Sucede que la caída en la actividad económica que lleva adelante el Gobierno con el fin de combatir la inflación a través de una licuación de los ingresos hace que, “ante el descenso de la venta minorista, lógicamente, la industria pyme registre una baja en el uso de capacidad instalada”, según dice Alfredo González, presidente de la Cámara de la Mediana Empresa (CAME) a Ámbito.
Y señala que, a eso, se suman “distintos inconvenientes que se vienen padeciendo con respecto a la importación de insumos con las SIRAs, antes de diciembre, y, luego, el pago a 120 días hasta hace poco, cuando nos habilitaron a pagar a 30 días las compras de insumos al exterior”.
Por otro lado, tal como señala Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), a este medio, “la capacidad instalada viene cayendo en algunos sectores muy fuerte, como los de consumo masivo, muebles, textil y calzado, que son los más afectados por una caída de la actividad, y menos en otros”.
Los números de INDEC confirman esta mirada, ya que los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son refinación del petróleo (79,2%), papel y cartón (75,4%), sustancias y productos químicos (67,8%), industrias metálicas básicas (66,5%), minerales no metálicos (59,6%) y alimenticios y bebidas (58,1%).
Mientras tanto, los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general son productos del tabaco (52,2%), edición e impresión (51,3%), industria automotriz (47,3%), productos de caucho y plástico (45,9%), productos textiles (45,6%) y metalmecánica excepto automotores (37,3%).
Se trata de un nivel muy bajo, sobre todo, para el sector metalmecánico y también para el textil y esto responde, tal como apunta Rosato, a que “la caída de las ventas es muy fuerte en algunos rubros, como el textil, que se hundieron 50% el mes pasado”.
Lo más grave es que, para el empresario, el panorama hacia adelante es preocupante. “No vemos que, a futuro que esto pueda recomponerse, aunque quizás vamos a ver una mejora a partir de los resultados de las paritarias que se están negociando, y que pueden reactivar el consumo”, describe Rosato.
Sin embargo, advierte que el gran problema es que están produciendo menos y, si bien se puede dar una mejora en salarios, hay un recorte de la actividad que incide en menor cantidad de horas extras y suspensiones de la actividad, que pueden atentar contra una eventual recomposición en el consumo.
Letcher anticipa, por otro lado, que “otro gran problema hacia adelante es que el impacto de las tarifas en marzo, abril y mayo y, mas adelante, de la apertura importadora, hacen presumir que no va a mejorar” el panorama.
“Ahora, por ejemplo, en el sector textil va a pegar mucho el ingreso de mercadería del exterior, lo mismo sucederá con calzado y otros rubros”, advierte, en igual sentido, el dirigente de IPA.
Y agrega que hay un problema grave con los costos de los insumos difundidos. “El Gobierno tiene que resolver esto porque siguen valiendo el doble de lo que cuestan en el exterior y, por otro lado, los impuestos no bajan y es muy complejo competir con otros países”, describe.
Desde la entidad, advierten que “no hemos tenido un panorama tan complejo desde 2018, cuando se abrieron las importaciones indiscriminadamente y cerraron miles de pymes, pero acá vamos en camino a un escenario peor incluso porque nos remontamos a lo que pasó en la década de 1990, con un fuerte nivel de desempleo por el cierre de muchísimas fábricas”, alerta Rosato.
Fuente: diario Ámbito