El Ministerio de Salud de la Nación publicó recientemente las estadísticas vitales del 2023. Algunos números son impactantes.
Hubo 460.902 nacimientos en 2023, “la cifra más baja de los últimos 50 años”, lo que implica “una reducción del 7% respecto al 2022 y una caída de más del 40% con relación al 2014?, dice la licenciada Mónica del Río, quien año a año analiza los números que da a conocer el área de Salud. Las cifras se publican con un año de retraso.
La tasa de fecundidad (el número de hijos por mujer) sigue en caída libre en la Argentina. Fue de 1,33 en 2023, muy por debajo de la tasa de reemplazo -2,1- es decir, del número necesario de hijos para que una población se mantenga estable.
“Por debajo de ese límite de reemplazo generacional (2,1 hijos por mujer) -dice Del Río- un país o región se va despoblando. Eso es lo que viene sucediendo ininterrumpidamente en todos los distritos y, consecuentemente, también a nivel país”.
Curiosamente, en una Nación que alguna vez tuvo como lema o como ambición “Poblar la Patagonia”, es en las provincias patagónicas donde más cayó la tasa de fecundidad. Como señala Mónica del Río, “la caída en el número de hijos por mujer entre 2014 y 2023 la encabeza Tierra del Fuego (61%), seguida por Santa Cruz (56%) y Chubut (49%)” lo que da una tasa de fecundidad global para las dos primeras provincias -las más australes del país- es de 1, “mientras que en Chubut -al igual que en la ciudad de Buenos Aires- la tasa es de 1,1 hijos por mujer”.
En total, el promedio de hijos por mujer descendió un 43% a nivel país desde el 2014. En 2023 nacieron 316.000 niños menos que en 2014.
La pregunta que surge es qué pasó en 2014 para que se diera esa inflexión tan marcada de la curva. “En realidad pasaron cosas incluso antes de 2014?, responde Del Río a la consulta de Infobae. “En 2012 el fallo F.A.L., que introdujo el concepto de aborto como derecho; en 2013, la incorporación del implante subdérmico y el SIU (sistema intrauterino que libera hormonas), o sea, contraconceptivos de larga duración, a la canasta de anticonceptivos gratuitos, y en 2014 se comienzan a distribuir a todo el país con el Remediar”.
“La caída se acelera en realidad a partir de 2015 -dice-. En ese año se reformó el Código Civil y se introdujeron nuevas reglas de consentimiento para menores para determinadas decisiones relativas a su salud”, dijo. Entonces una Resolución del Ministerio de Salud (65/2015) reinterpretó los derechos sexuales y reproductivos a la luz del nuevo Código.
Lo que hace la resolución en realidad es sobreinterpretar el Código, para habilitar a menores de 13 a 16 a utilizar contracepción de larga duración sin autorización de los padres, declarando que no se trata de procedimientos invasivos ni riesgosos.
Fuente: Infobae