Estafan a otra abuela

Una llamada de un supuesto sobrino motivó a una vecina de Cnel. Pringles a entregar una bolsa con dinero a delincuentes. En la llamada le dijeron que debía cambiar el dinero en el banco

Una nueva victima de la delincuencia con el denominado “cuento del tío” tuvo lugar ayer lunes en esa ciudad. En este caso la abuela Edit Leoncavallo, domiciliada en calle Sarmiento al 500, entregó una bolsa con dinero a un desconocido, luego que a través de una llamada telefónica una persona que se hizo pasar por su sobrino le indicó que debía cambiar el dinero en el banco.

“ME DIJO PONÉ TODO EN UNA BOLSITA QUE EL CONTADOR LO VA A PASAR A BUSCAR”

“Me estaba preparando para ir a la cardióloga y me llaman por teléfono. Me dice: tía, si tenes dólares dámelos porque tengo que hacer unos tramites en el banco, y hago eso también”.

Así comienza el relato de Edit, la victima del cuento del tío. Una llamada de un supuesto sobrino -utilizó el nombre de Luciano, uno de los sobrinos verdaderos de la señora- la motivó a reunir el dinero que tenía y entregárselo a un desconocido, por temor a perderlo por alguna decisión del gobierno.

En la llamada le dijeron que debía cambiar los dólares y el dinero que tuviera, y la señora -a pesar de que constantemente la familia la alerta sobre estas situaciones- lo entregó a una persona en cercanías a su casa.

“Fue a la mañana, a eso de las 10. Me llaman por teléfono y me dice que es mi sobrino, que tenia que cambiar el dinero. Como soy sorda, le dije: espera que voy a llamar a tu mamá, a lo que me contestó: no, si mamá anda enloquecida, no la llames. Dije bueno, andará enloquecida también para hacer los trámites, así que me puse a buscar el dinero”.

Mientras la persona mantenía en línea la llamada telefónica, Edit reunía el dinero y lo colocaba en una bolsa.

“Por el teléfono me dice: salí afuera porque deben andar ahí esperando, pone todo en una bolsita y lo va a pasar a buscar el contador. En ese momento no me di cuenta, le creí”.

Edit, adulta mayor, salió y vio que había unas personas en la esquina. Por el teléfono le indicaron que vaya a la esquina porque el “contador” no encontraba la casa.

“Me dice: andate hasta la esquina porque el hombre esta entre Mitre y Sarmiento. Así que fui hasta la esquina, se cruzo un hombre delgado vestido de azul con una mochila, y le di la bolsita”.

A Edit la hicieron esperar con el teléfono en la mano, la mantuvieron en línea para evitar que de aviso inmediato a la policía.

“Me dijo no cortes que dentro de un rato te llamo tía, así que me quede esperando”.

Cuando habían pasado casi dos horas desde el inicio de la llamada, y ya nadie se comunicaba con ella, fue a la cardióloga y regresó luego a su casa, tranquila porque había dejado el dinero en manos del “contador” que su sobrino le había indicado.

“Me quedé tranquila, me fui, no le comenté nada a la cardióloga. Luego le pregunto a mi hermana si sabia algo del tema del cambio de dinero, todos me decían que no sabían nada, y ahí se dieron cuenta: te hicieron el cuento del tío”.

Edit cuenta que constantemente su familia la mantiene alerta sobre estas situaciones, porque ella vive sola en su casa.

“Me lo dicen todos los días. Vivo sola porque me siento muy bien, tengo maculopatia en el ojo y no distingo bien, pero ando perfecta. No puedo pagar una persona que me cuide y aparte me siento bien” explicó, aun amargada por la situación.

“Estoy entregada, me dejaron sin plata” agregó, y contó que ya se realizó la denuncia en la dependencia policial y en el sector no hay cámaras de seguridad que puedan aportar mayores datos.

“No mire para donde se fue este hombre, ya anduvieron buscando (la policía) y no hay cámaras”.

“TE ENVUELVEN, TIENEN ASTUCIA”

En un mensaje para otras personas a las que les pueda suceder lo mismo, dijo: “a la gente le diría que no sean tan tontos como yo. Pero te envuelven, tienen astucia”.

“Pasa que con este gobierno no se sabe lo que va a pasar. A lo mejor hacen una ley para quedarse con todo el dinero” agregó, que fue lo que pensó en el momento de juntar el dinero y no dudar en entregarlo a un desconocido.

Fuente: ROGELIO GÓMEZ , Diario El Orden