«Son aumentos que tienen que ver con mantener ciertos equilibrios y salir del esquema que adoptó Juntos por el Cambio», explicó el ministro de Economía.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que el aumento de tarifas de luz y gas se aplicará en dos etapas. Primero habrá una suba general para todos los usuarios y luego se avanzará con una segmentación que implicará quita de subsidios para los sectores de mayor poder adquisitivo. Fuentes de Economía aseguraron a PáginaI12 que todavía no está definido cuándo comenzará a regir el primer aumento, pero en el sector estiman que podría ser a partir de mayo. Por lo tanto, las primeras facturas con los nuevos valores llegarían en junio.
En una entrevista al programa Conecta2 de CNN en Español, Guzmán sostuvo que están trabajando para que los subsidios energéticos se mantengan este año sin cambios con relación al PBI. “Este tema de los subsidios es un tema importante, porque si aumentan los subsidios en relación al producto significa que estamos destinando más recursos a algo que no es gasto de alta calidad”, aseguró.
En ese momento le remarcaron que subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, expresó diferencias respecto al plan de Economía para que las tarifas acompañen a la inflación y le aseguraron que los entes reguladores impulsan subas de tarifas muy por debajo de lo que propone el propio ministro. “Los entes no dependen del ministerio de Economía, dependen directamente del presidente, pero se trabaja de una forma coordinada”, respondió Guzmán y luego anticipó cuál es su plan con respecto a las tarifas.
“Los aumentos de los que estamos hablando son aumentos que tienen que ver con mantener ciertos equilibrios y salir del esquema que adoptó Juntos por el Cambio, que implicaría aumentos de arriba de 100 por ciento de las tarifas para todo el mundo. Nada así se va a hacer. Posiblemente se parta en dos: un aumento general y después, en el marco de una ley de emergencia tarifaria que el presidente anunció en la Asamblea Legislativa, haya aumentos o quita de subsidios para quien lo necesita y se mantenga el subsidio -o incluso se agrande- para quien lo necesita, que es la tarifa social”, remarcó el ministro.
Luego Guzmán agregó que “es posible que la parte que es igual para todo el mundo sea de dos dígitos y se reparta en dos partes. Y que, como digo, a lo largo del año cuando vayamos identificando a quien no necesita el subsidio o que no es quien más lo necesita, esos reciban un aumento más alto y eso implique que se pueda cumplir con la meta del presupuesto y que por lo tanto el Estado cuente con los recursos para poder invertir en la educación y en todo lo demás”.
El ministro dejó en claro que el objetivo sigue siendo que los subsidios energéticos no superen este año el 1,7 por ciento del Producto Bruto. “Esa es la meta establecida en el presupuesto y eso es para lo que se está trabajando. Insisto, esto sí que es muy importante: lo que estamos haciendo es ordenar esta cuestión del cuadro tarifario, estaba muy desordenada. Si no hacíamos nada e íbamos con el esquema del gobierno anterior, eso le hubiera hecho mucho daño a la gente. Si se congelasen las tarifas, eso también le haría mucho daño a la Argentina. Hay que tener un equilibrio y en eso estamos trabajando”, insistió.
Guzmán también fue consultado sobre las declaraciones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quien le reclamó al FMI un gesto en la negociación ya que Argentina no está en condiciones de pagar. “Lo que dice la vicepresidenta es correcto desde el punto de vista de que cuanto más tiempo tengamos para pagar, mejor; pero, al mismo tiempo, hay que ir buscando establecer acuerdos que nos permitan tener el horizonte financiero más despejado y esto va a ser una tarea laboriosa. Va a llevar años poder estar en tierra firme, con condiciones tales que Argentina esté claramente sin ningún problema en el frente financiero.”, respondió el ministro.
Al ministro le consultaron si había posibilidades de extender el plazo de 10 años para el repago de la deuda y aseguró que es una decisión que no depende del staff del FMI. “Los diez años es una cuestión que tiene que ver con las líneas de crédito que existen en el Fondo Monetario Internacional. Cambiar eso requiere del apoyo de países como Estados Unidos, China, Alemania, Japón, Francia. Un cambio que justamente tienen que votar. No es una negociación técnica que se da entre el staff del Fondo Monetario Internacional y el gobierno argentino: es una negociación de carácter geopolítico que no hay tiempo suficiente si uno quisiera tener un acuerdo pronto”, remarcó.
Fuente: Página 12