Frigorífico Anselmo SA presentó un pedido de quiebra en el Juzgado Civil y Comercial de Tres Arroyos. La solicitud fue realizada por sus directivos con el patrocinio de un estudio jurídico local y marca el final de las operaciones de la histórica firma, que dejará de funcionar en el sector cárnico.
La decisión implica el inicio de un proceso contemplado en la Ley de Quiebras. En esta instancia, el juez interviniente deberá designar a un síndico, quien tendrá a su cargo la toma de posesión de los bienes, el control de la administración, la preservación de los activos, la verificación de deudas y cuentas a cobrar, además de atender reclamos civiles y laborales.
El procedimiento judicial se desarrolla en distintas etapas y no descarta eventuales propuestas de reactivación por parte de interesados que puedan hacerse cargo del déficit económico. Sin embargo, la empresa decidió solicitar su propia quiebra tras reconocer que el presente de agobio financiero, la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones y la pérdida de capacidad productiva la dejaron sin recursos para sostener su actividad comercial e industrial.
Como parte de este proceso, se convocó al personal a una asamblea general para este miércoles a las 9 de la mañana. Allí, el gremio comunicará oficialmente la situación y se definirán los pasos a seguir.
La consecuencia más grave de esta decisión es la pérdida inmediata de 100 puestos de trabajo, con el consecuente impacto social y económico en Tres Arroyos. El cierre del frigorífico no solo afecta a las familias directamente vinculadas, sino también a la comunidad en su conjunto, que pierde una de sus fuentes históricas de producción y empleo.
El desenlace genera desazón entre empleados, dirigentes y vecinos, quienes ven cómo una empresa emblemática de la región se suma a la lista de industrias que no lograron superar la difícil coyuntura económica.
Fuente: La Brújula 24