Durante tres días, el plantel de rugby del Club Atlético San Isidro (CASI) realizó diversos ejercicios de liderazgo, resistencia y supervivencia en instalaciones del Comando de Instrucción y Evaluación de la Infantería de Marina (COIE), en la Base de Infantería de Marina Baterías.
El evento, organizado y coordinado por el CASI y el COIE, contó con la participación de una delegación de 47 jugadores y el cuerpo técnico, encabezado por Junior Murgier. Este último destacó que la experiencia tenía como objetivo identificar a aquellos que poseen cualidades clave para el equipo, como liderazgo, organización, trabajo en equipo, resistencia física e iniciativa. Estas habilidades son esenciales para resolver situaciones bajo presión y en condiciones de estrés.
Tras llegar al lugar y ser recibidos por el personal de Infantería de Marina, se llevó a cabo una charla inicial de seguridad y la presentación de las actividades. El grupo fue dividido en patrullas para fomentar una dinámica de trabajo simultánea y rotativa. Luego, se impartieron instrucciones sobre el uso de brújulas y GPS, y se dirigieron a la pista de navegación terrestre.
Simultáneamente, dos patrullas trabajaron en la torre multipropósito realizando descensos por cuerda (rappel) y ascensos por palestra. Posteriormente, aprendieron técnicas de confección de trampas, así como la obtención, recolección y potabilización de agua.
Con el correr de las horas, las actividades abarcaron una variedad de desafíos, tanto diurnos como nocturnos, exponiendo así al plantel a diferentes ambientes y condiciones de trabajo. Esto permitió evaluar la tolerancia al cansancio y la capacidad de concentración para aprender algo nuevo en un ambiente desfavorable.
En la segunda jornada, las patrullas se desplazaron a la pista acuática militar donde continuaron el entrenamiento en liderazgo y supervivencia. Fueron distribuidas en estaciones donde llevaron a cabo saltos de borda, flotación y embarque en balsas, nado con fusiles y objetos diversos, así como nado utilitario.
Al concluir la experiencia acuática, se trasladaron a la pista de liderazgo, donde cada patrulla transitó por diversos boxes bajo la dirección de la Teniente de Fragata psicóloga Fabiana Verónica Sosa e instructores. Esta fase permitió evaluar a los participantes tanto en equipos como individualmente.
Hacia el atardecer, las patrullas construyeron refugios en una zona asignada, cumpliendo la función de protección contra las inclemencias meteorológicas. La última actividad consistió en el traslado por botes desde la costa, con el apoyo de la Agrupación Comandos Anfibios.
El entrenador Murgier enfatizó la importancia de aprovechar la experiencia como grupo para aplicarla en situaciones exigentes de la vida. Destacó la rápida adaptación de los jugadores a la disciplina y a la capacidad de sobrevivir, subrayando la importancia de la exigencia física y mental. Agradeció a la Armada por su colaboración y destacó la importancia de este trabajo.
Como cierre de los ejercicios, el plantel recibió retroalimentación de los instructores sobre las actividades realizadas, resaltando la predisposición de los jóvenes para respetar decisiones y tolerar obstáculos sin quejas ni mala actitud, a pesar de las condiciones extremas.
El Segundo Comandante del COIE, Capitán de Fragata Martín Carbone, destacó el balance positivo de las actividades y el valor de la experiencia para los participantes, no solo en el ámbito deportivo, sino también en su vida cotidiana.
La experiencia Puma 2003: Los antecedentes
A principios del nuevo milenio, la Selección Argentina de Rugby, conocida como «Los Pumas», realizó una experiencia similar con ejercicios. El objetivo era someter a los jugadores a un exigente curso de liderazgo y conducción grupal, del cual surgieron líderes y referentes del equipo nacional para el Mundial de Australia 2003.
Bajo la dirección de los entrenadores Marcelo Loffreda y Daniel Baetti, la preselección de 30 jugadores, liderada por el capitán Lisandro Arbizu, incluía a jugadores como Agustín Pichot, Bernardo Stortoni, Gonzalo Quesada, Diego Albanese y Santiago Phelan, entre otros.
Santiago Phelan, actualmente parte del staff técnico del CASI y padre de dos jugadores que participaron en la experiencia, recordó su propia participación en el COIE hace 20 años. Agradeció la recepción del personal de la Armada Argentina y notó similitudes entre ambas experiencias, destacando los valores clave adquiridos, como el trabajo en equipo, liderazgo y armonía grupal.
Phelan subrayó la utilidad de la actividad y expresó su satisfacción de que sus hijos pudieran vivirla, considerándola productiva tanto física como humanamente. La idea era que el equipo enfrentara desafíos con exigencia extrema, pero también creciera como grupo.
Gaceta Marinera