Informe del Conicet: casi tres de cada diez adultos en Bahía no terminaron la secundaria

Un nuevo informe elaborado por investigadoras del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS-UNS/CONICET) encendió una señal de alarma sobre la situación educativa en Bahía Blanca: el 29% de los adultos de la ciudad no completó el secundario, un nivel considerado clave para acceder al mercado laboral y para participar activamente de la vida ciudadana. El trabajo estuvo a cargo de las doctoras María Marta Formichella y Natalia Krüger, especialistas en economía de la educación.

El estudio muestra, además, un contraste marcado: el 44% de los adultos alcanzó trayectorias avanzadas y logró acceder a la educación superior. Los datos surgen de la Encuesta de Inclusión Social Sostenible 2024, un relevamiento realizado por el IIESS para el Municipio, que abarcó 1.411 hogares y casi 4.000 personas. Según remarcan las autoras, se trata de un insumo valioso porque triplica el tamaño muestral de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC y releva información socioeconómica no disponible en otras fuentes.

El informe detalla que, pese a ciertos avances generacionales, persisten brechas significativas. Entre los jóvenes de 18 a 24 años, el 19% no terminó la secundaria y unos 3.000 ya no estudian. Además, cerca de 600 niñas, niños y adolescentes de entre 3 y 17 años están directamente fuera del sistema educativo. La repitencia afecta al 11% de quienes cursan primaria o secundaria, especialmente en el nivel medio. El documento advierte que aún no se logró la universalización del título secundario y que muchos estudiantes no completan su trayectoria en los tiempos esperados.

Otro de los puntos destacados es el vínculo entre educación y trabajo. La mayoría de los jóvenes que dejaron la escuela antes de terminar el secundario ya están insertos en el mercado laboral o buscando empleo. Según el análisis, quienes cuentan con el título secundario tienen menores niveles de desocupación, subocupación y empleo precario. “La educación de las personas es un factor clave para brindar condiciones de vida más favorables”, subraya el informe, que vincula mayores niveles educativos con la reducción de las denominadas “trampas de pobreza”.

El estudio también identifica una diferencia de género en la formación: entre los mayores de 24 años, el 32% de las mujeres completó estudios superiores, frente al 23,5% de los varones. Aunque algunos indicadores muestran mejoras respecto a relevamientos previos, las autoras advierten que Bahía Blanca continúa arrastrando deudas estructurales: garantizar la finalización del secundario, reducir la repitencia, reincorporar a quienes están fuera del sistema y enfrentar las desigualdades de origen que afectan las trayectorias educativas.

Finalmente, el documento plantea la necesidad de políticas integrales que articulen educación, empleo, desarrollo social y planificación urbana. Según Formichella y Krüger, el desafío requiere el compromiso del Estado, las escuelas, las familias y el ámbito académico para construir una ciudad con mayores oportunidades educativas y, en consecuencia, de desarrollo humano.

Fuente: LB24 / UNS