El reggaetón tiene muchos detractores. La mayoría de ellos quisieran que no existiera y un creador de máquinas logró silenciarlo. No del mundo entero, pero al menos del parlante de su vecino que lo atormentaba todas las mañanas con el ritmo monótono a todo volumen.
“Este dispositivo se llama ‘Reggaetón be gone’ y la idea surgió a partir de tener un vecino, pared con pared, que solía escuchar reggaetón por las mañanas a un volumen considerable. Así que pensé que la gente normal lo que haría es tocar el timbre y pedir que baje el volumen. Pero bueno, yo nunca hago las cosas así y aproveché esto como un disparador. Me pregunté qué clase de máquina podría fabricar para enfrentar esta situación”, comentó Roni Bandini en el programa Nunca es Tarde.
Desde que publicó su creación en redes no para de recibir pedidos y comentarios por miles sobre lo genial de lo que fabricó.
“No hago las máquinas como para fabricarlas y venderlas, sino esto, como una investigación, una expresión de una idea, una iniciativa contracultural, así que eso es lo más importante que queda de esto”, señaló sobre las múltiples solicitudes de compra que le llegan.
Explicó que el aparto funciona como en dos partes: “Una es la que se encarga del reconocimiento del estilo de música y otra es la del ataque al parlante”. Sobre la primera detalló que el artefacto tiene la “capacidad de detectar específicamente un estilo y eso se logra con machine learning (una rama de la inteligencia artificial), que es la técnica que uso para este reconocimiento. Lo que hice fue entrenar un modelo mostrándole ejemplos de canciones de reggaetón y la inteligencia artificial busca patrones y después genera un modelo muy pequeño que se instala en el mismo dispositivo sin necesidad de estar conectado a internet y puede determinar si una canción que nunca escuchó pertenece o no al estilo”.
La segunda parte es la relacionada con el ataque: “Una vez que determinó que el tema que está sonando es de reggaetón, pasa a la parte divertida. Y lo que hace es inundar al parlante bluetooth con pedidos y el parlante, confundido, no sabe a quién atender y empieza a deteriorar la comunicación con la persona que le está poniendo el reggaetón”.
“Mi idea original era desconectar a la persona original que estaba pasando reggaetón, esto no lo logré, pero sí, en cualquier caso, se deteriora mucho la calidad de audio, entonces, lo que termina pasando es que la gente que lo está escuchando o lo mueve del lugar o lo apaga, porque en definitiva es como escuchar una radio mal sintonizada”, especificó.
¿Y qué pasó con el vecino? Bandini cuenta que “es anecdótico, pero movió aunque sea de la pared el parlante. Lo movió y ya el tema no fue tan grave, y aparte quedó la máquina, toda la investigación y haber hecho este proyecto, que es lo interesante”.
Bandini tiene 49 años y aprendió a programar desde chico y ahora se dedica a crear máquinas, que exhibe y muestra cómo funciona en las redes sociales donde se le puede encontrar como @ronibandini.
Fuente: La Brújula 24