El gobierno de Axel Kicillof buscó el aval de Alberto Fernández antes de modificar el proyecto de ley impositiva y limitar la suba de impuestos.
El gobernador bonaerense está dispuesto a introducir modificaciones en la iniciativa original. Bajará la presión sobre Ingresos Brutos a las pymes, a la producción de remedios y a los operadores en puertos. Además, reducirá el número de contribuyentes alcanzados por las eventuales subas impositivas de hasta el 75 por ciento en el inmobiliario rural y urbano.
Si bien esta es la nueva propuesta que se enviará a la Legislatura, Kicillof aceptaría si Juntos por el Cambio disminuye del 75 al 55 por ciento el alza del inmobiliario, lo que implica una merma de recursos. Sería parte de las negociaciones que hubo con la oposición, en las que hasta se involucró el presidente Alberto Fernández. Kicillof visitó ayer la Casa Rosada y explicó los cambios del proyecto.
El Frente de Todos no tiene mayoría propia para imponer la suba generalizada de impuestos de hasta un 75% . Y si no acepta las modificaciones de Juntos por el Cambio, no avanzará la reforma impositiva.
«Estamos conversando una nueva propuesta, donde se sigue mejorando a los que menos tienen. Y se sigue pidiendo un esfuerzo solidario a los que más tienen», aseguró la vicegobernadora, Verónica Magario. Y agregó: «El margen del 75 por ciento llegará a muchas menos partidas. Esto significa que solo alcanza a las propiedades que están por encima de los 300.000 dólares en su valor real. Es importante. Y de esta manera cedemos en parte de la recaudación. Es real».
La nueva ley impositiva eximiría a los clubes de barrio, eleva los topes de Ingresos Brutos para las pymes y exime de pagos de impuestos a las personas beneficiarias de la asignación universal en la provincia de Buenos Aires, enumeró Magario.
Además, el gobierno provincial prevé atenuar la suba del impuesto a los ingresos brutos de la producción de medicamentos y tasas portuarias, según se confirmó ayer tras la reunión de gabinete.
Pese a que el texto del Poder Ejecutivo insistirá en el alza del inmobiliario rural y urbano, el gobernador estaría dispuesto a aceptar la baja en las alícuotas superiores del inmobiliario rural y urbano, que realizará el bloque de Juntos por el Cambio en el Senado. El bloque opositor sostiene que no votará mayor presión fiscal que la inflación. Es decir, su tope es 55%.
Así lo dejaron saber fuentes legislativas que participan de una ardua negociación con el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y la ministra de Gobierno, Teresa García, para intentar votar la ley mañana.
El borrador del Frente de Todos insiste, por ahora, en cobrar impuestos a los que más tienen. Pero se respetará la mayoría numérica de la oposición para hacer cambios en el Senado.
«Nosotros queremos que los que están mejor paguen más. Y que los que tienen menos paguen menos», dijo Augusto Costa, ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica. «Queremos que la oposición nos diga si está defendiendo a los sectores más ricos de la provincia para que pague menos impuestos, y eso implica perjudicar a los que menos tienen», azuzó.
Costa reconoció que tomaron nota de los pedidos de la oposición y que el proyecto original fue modificado. No obstante, dijo que el Frente de Todos está dispuesto a aceptar cambios en algunos artículos.
El apoyo en la Legislatura
La oposición buscará hacer valer su mayoría numérica en el Senado (26 a 20 votos) para disminuir los topes del aumento en el impuesto inmobiliario rural a no más del 55 por ciento. También exige retrotraer a montos de 2019 las alícuotas de los impuestos a los ingresos brutos, en particular en lo que respecta a la fabricación de medicamentos y productos farmacéuticos, venta de cereales, fertilizantes y plaguicidas.
También pide la eliminación de los impuestos extraordinarios a las actividades portuarias y la reducción de impuestos a la actividad tambera.
Todas estas exigencias son materia de discusión. Ayer el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, asistió a la Legislatura para reunirse con los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados y con los presidentes de los bloques.
La discusión más difícil tiene lugar en el Senado, donde la vicegobernadora Magario negocia con el senador Roberto Costa, presidente del bloque de Juntos por el Cambio, que tiene mayoría en esa Cámara.
En Diputados el presidente del cuerpo, Federico Otermín, negocia con Maximiliano Abad, titular del bloque de Juntos por el Cambio. Pero en ese cuerpo el Frente de Todos tiene número suficiente para aprobar la ley.
Fuente: La Nación