“La Armada Argentina me ayudó a formar la persona que soy hoy”

Al conmemorarse el 214º aniversario del Escalafón Intendencia, la Teniente de Navío Contadora Ailén Mariel Cerini, Jefa de Tesorería de la Intendencia Naval Puerto Belgrano, cuenta el camino recorrido a lo largo de su carrera profesional.

Fue la Primera Junta de Gobierno en 1810 la que nombró a Manuel Mutis con el cargo de administrador financiero de los fondos suministrados por la Real Hacienda a la Capitanía del Puerto de Buenos Aires.

A partir de entonces, se originó el Escalafón Intendencia que más adelante se desarrollaría y profesionalizaría junto a la creación de las Intendencias Navales. La razón de ser de este escalafón es dirigir y asesorar en la administración de los medios otorgados por las finanzas públicas al quehacer naval.

Ailén Mariel Cerini tiene 32 años y una vida ligada al mar, incluso mucho tiempo antes de su ingreso a la Armada Argentina. Conoce el mundo naval desde su nacimiento en la Base Naval Puerto Belgrano y es hija de militares: su padre era infante de Marina –hoy retirado– y su madre fue enfermera aeronáutica.

La contadora es la mayor de tres hermanos y la primera en ingresar a la Armada Argentina, egresando de la Escuela Naval Militar (ESNM) en 2010. Uno de sus hermanos también estudia contaduría y el otro, ingeniería en software.

“Mis dos padres eran militares y fue lo que me motivó a ingresar; mi familia y el ámbito militar me ayudaron a formar la persona que soy hoy con los valores como el respeto hacia las personas y sus jerarquías y hacia un estilo de vida”, introduce.

Un contador puede ser destinado tanto a unidades navales como de la Infantería de Marina y la Aviación Naval; Estados Mayores, bases, arsenales, institutos de formación, hospitales, diferentes organismos y reparticiones de la administración naval. Tiene suboficiales, cabos y agentes civiles a cargo, asignados para el cumplimiento de sus funciones.

“El esfuerzo personal implica la incorporación de nuevos aprendizajes en forma permanente. La adquisición de una experiencia personal se genera en la aplicación inteligente de los conocimientos teóricos a la solución de los problemas diarios, desafíos del servicio naval”, enfatiza la Teniente Cerini.

“Cada día es un desafío, y sigo eligiendo la Institución para desarrollar mi carrera porque realmente me gusta lo que hago”, subraya.

Una carrera marcada por la vocación
La Teniente Contadora se encuentra hoy en la Intendencia Naval de Puerto Belgrano, pero en sus casi 15 años de servicio recorrió diferentes destinos navales y ha viajado por el mundo a bordo de la fragata ARA “Libertad”, experiencia que destaca como una de las mejores en su carrera.

Rememora su primer destino en el transporte rápido multipropósito ARA “Hércules” donde pudo vivir todo lo que hace un contador embarcado: “Me desempeñé en todos los cargos del buque: servicios y pañoles, contabilidad de material y tesorería y, el más importante, como Jefe de División”.

“Es el primer impacto que tiene un oficial egresado con respecto a la responsabilidad y a la administración del recurso humano que tiene cada cargo, departamento o destino. Uno tiene tanto un afín humano como administrativo con el personal a cargo. Es lo primero que aprendí de la vida profesional”.

Su siguiente destino fue la Base Naval Puerto Belgrano, donde permaneció tres años: dos en Contabilidad y Finanzas, en la parte de Servicios, y uno como Jefa de Finanzas en Alcaldía.

Fue Jefa del Departamento Abastecimientos de la corbeta ARA “Robinson”, destino que acentúa: “La camaradería que existe en una unidad de superficie es una experiencia que se lleva para toda la vida”. También trabajó en Tesorería del Comando de la Flota de Mar.

Hoy, como Jefa de Tesorería de la Intendencia Naval Puerto Belgrano cuenta que su función es relevante ya que abarca las zonas navales de Puerto Belgrano, Espora y Baterías.

“Todos los destinos necesitan y merecen recibir nuestro mejor servicio. En la Intendencia nos comprometemos plenamente como equipo de trabajo a cumplir con la tarea, conscientes de que nuestro esfuerzo se traducirá en el éxito que otros destinos puedan alcanzar”, destaca.

Y resume: “Somos parte esencial de los cuatros componentes de la Armada donde nuestro aporte es importante. Estar en esta función es una responsabilidad muy grande para mí y a la vez, un gran orgullo”.

La contadora puntaltense está casada con Pablo Vera Araoz, también militar. Hizo la primaria en la Escuela Nº17 de Puerto Belgrano y comenzó el secundario en el entonces Colegio Nacional, concluyendo los estudios en Punta Indio: “Tuve una infancia muy linda; la tranquilidad de Punta Alta es impagable”.

La Armada Argentina es su vida y revela que cada día al levantarse, ponerse su uniforme y trabajar en lo que le gusta es un orgullo y una bendición: “No me veo en otro ámbito laboral; vestir el uniforme es llevar una parte del pabellón conmigo y me siento orgullosa de haber llegado hasta acá”.

Gaceta Marinera