Tras haber zarpado el pasado 20 de julio del Apostadero Naval Buenos Aires al mando del Capitán de Navío Adolfo Rodrigo Ureta, la fragata ARA “Libertad” dio inicio al 52° Viaje de Instrucción para completar la formación profesional, náutica y general de los Guardiamarinas en Comisión (Gucom) pertenecientes a la Promoción 153º del Cuerpo Comando Escalafón Naval, 88º del Escalafón Infantería de Marina, y 109º del Cuerpo Profesional Escalafón Intendencia de la Escuela Naval Militar.
Mientras el buque escuela navega por el Atlántico rumbo a Fortaleza (Brasil), primer puerto del itinerario de 105 días de navegación, los jóvenes comenzaron la etapa teórica y práctica de su quinto ciclo de formación iniciado en la Escuela Naval Militar, para convertirse en oficiales de la Armada Argentina.
De esta forma, se materializa la culminación de una de las etapas formativas más importantes en la vida militar de cualquier marino, que a bordo lleva adelante el Departamento Estudios, en ésta oportunidad a cargo del Capitán de Fragata Carlos Pereyra Russo.
Este viaje, donde visitarán 5 países y recorrerán un total de 12.930 millas náuticas como parte del Plan de Estudios, les permitirá acrecentar los vínculos de amistad y cooperación con los países a visitar y fomentar la integración con invitados nacionales de otras Fuerzas; egresados de los establecimientos educativos de la Armada Argentina, y con oficiales de las Armadas de otros países.
Entre las actividades profesionales, académicas y culturales previstas, se concretarán clases teóricas, exposiciones, trabajos prácticos, cálculos náuticos, guardias de cubiertas bajas y de seguridad náutica (en el Puente de Comando), y en puerto como oficiales comandante de guardia y oficiales de servicios.
Para una mejor organización, los 64 jóvenes (a los que se suman invitados nacionales y extranjeros) se encuentran divididos en las brigadas de Babor y Estribor, a cargo de los Tenientes de Navío Gustavo Lutri y Fernando Zandivarez respectivamente. Ambos oficiales no solo son los responsables a bordo de que se cumpla la formación teórico-profesional, sino que a la vez son instructores y coordinadores de las diferentes actividades que llevan adelante los Gucom, tanto en navegación como en puerto; debiendo además velar por su bienestar.
Mientras la brigada de Babor asiste a clases y maniobras de velas, la de Estribor cumple con las pasantías por los cargos y realiza las diferentes guardias. Este orden se mantendrá hasta San Juan de Puerto Rico, donde luego se invertirán los roles.
Práctica Profesional Integrada a bordo del buque escuela
Diariamente, a las 7 de la mañana y luego de que en el difusor de órdenes se escuche el tradicional Diana que da inicio a la actividad a bordo, el Gucom que cubre guardia en el Puente de Comando es el encargado de leer las efemérides del día, anunciar los cumpleaños (si los hubiera) y brindar las recomendaciones de oportunidad. Esa rutina forma parte de los múltiples ítems por los cuales serán evaluados durante el viaje.
Después de la formación en cubierta, los Gucom asisten al dictado de clases de las distintas materias que conforman el Plan de Estudios (las que deberán rendir en navegación durante los próximos tres meses y medio). Además, participan de las tareas y trabajos que desarrollan a bordo los diferentes Departamentos y Cargos.
Desde la zarpada, el personal en formación comenzó a desempeñar funciones mediante la práctica activa como ayudantes del oficial de Guardia en el Puente de Comando y en Cubiertas Bajas, además de realizar pasantías en los cargos y divisiones, y participar de las maniobras de velas y ejercitaciones que se articulan con la actividad áulica.
Los oficiales de a bordo son los responsables de instruir y evaluar a los Gucom en el período que comprende desde el inicio del Viaje de Instrucción hasta el examen final de embarco, donde se valorará la totalidad de los conocimientos adquiridos en la materia Práctica Profesional Integrada Supervisada V.
Del ciclo de formación de los futuros oficiales que comprende cinco años, cuatro y medio se realizan en la Escuela Naval Militar. Del primero al último año cursan la materia Práctica Profesional Integrada en la que, embarcados, deben aplicar todos los conocimientos áulicos en el mar.
El Capitán Pereyra Russo, explicó que, para la última etapa de la materia, deben computar más de 800 horas en un buque escuela, donde “tienen que demostrar que todo lo que vieron en el aula durante 4 años, lo pueden aplicar embarcados, con el aislamiento y las condiciones meteorológicas que implica la vida en el mar”.
El objetivo, una vez finalizado este ciclo, es que los Guardiamarinas de los tres escalafones sean jefes de División y cargo en sus primeros Destinos como oficiales de la Armada Argentina.
Gaceta Marinera