En un hito sin precedentes, la NASA ha conseguido llevar a cabo con éxito una misión para traer muestras de un asteroide a la Tierra. Esta hazaña histórica se materializó el domingo cuando la cápsula de la NASA, transportando fragmentos del asteroide Bennu, tocó tierra en el desierto de Utah, Estados Unidos. La cápsula viajó a una velocidad asombrosa de 44,500 kilómetros por hora, enfrentando temperaturas extremadamente altas durante su viaje de siete años.
Esta es la primera vez que la NASA ha logrado traer muestras de un asteroide a nuestro planeta. Anteriormente, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) había recuperado cantidades mínimas de restos de asteroides en 2020, apenas una cucharadita de polvo y rocas.
El equipo de recuperación de la NASA llegó al lugar de aterrizaje 20 minutos después, recibiendo las coordenadas precisas de la cápsula a través de radares. Un especialista en municiones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos fue el primero en descender de un helicóptero, su misión consistía en identificar y limpiar cualquier área cercana a la cápsula de posibles municiones.
Cuatro horas antes de su aterrizaje, la nave nodriza Osiris-Rex liberó la cápsula en el espacio, ubicándola a exactamente 102,000 kilómetros de la Tierra, antes de dirigirse hacia otro asteroide llamado Apofis para futuras investigaciones.
El siguiente paso será llevar la cápsula a una sala hermética en una base militar cercana, asegurando que las muestras permanezcan libres de contaminación. La importancia de estas muestras radica en su pureza, ya que no han sido alteradas por sustancias terrestres, proporcionando información previamente inaccesible. A menudo, los meteoritos que llegan a la Tierra ya están modificados.
No obstante, no se utilizará todo el material de Bennu de inmediato. Aproximadamente el 70% de los restos se mantendrán intactos, lo que permitirá a futuras generaciones de científicos explorar en busca de respuestas a los enigmas del universo con tecnologías aún no imaginadas.
La misión de la NASA espera haber recolectado 250 gramos de restos del asteroide Bennu, una verdadera “cápsula del tiempo” que promete revelar secretos fascinantes sobre nuestro sistema solar y su historia.
Fuente: Clarín