Leer esta nota, ¡alerta DENGUE!

El 26 de agosto fue la fecha establecida a nivel internacional con la finalidad de sensibilizar y concientizar a la población acerca de esta enfermedad e impulsar acciones sostenidas de control y prevención. Debe establecerse un Programa Comunicacional referido a las formas de control del mosquito vector, Aedes aegypti.

En consulta con la Dra. Silvia González Ayala, médica especialista en infectología, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) y consultora en infectología en la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (FEMEBA), acerca del aumento de las infecciones por Dengue, explica que se encuentra en curso la peor epidemia desde la reemergencia del dengue en nuestro país en 1997-1998, siendo la quinta epidemia nacional.

La más grave epidemia de dengue de nuestra historia se produjo en el año 2024. Desde el 31 diciembre 2023 (semana epidemiológica [SE] 1) al 10 agosto 2024 (SE 32) fueron confirmados 564 344 casos de los cuales 186.785 lo fueron por métodos de laboratorio. En invierno, por segundo año consecutivo, se han registrado casos en Chaco, Formosa y Corrientes.

La mayor incidencia acumulada cada 100.000 habitantes durante el año 2024 es la de la región del noroeste argentino (NOA) con 2.648 casos, seguida por el noreste (NEA) con 1.284, Centro con 1.120, Cuyo con 320; y, Sur con 41. En cuanto al aporte de casos absolutos, la región Centro donde se encuentra la de mayor densidad de población, aportó el 60,1% de los casos notificados, seguida por las Regiones NOA con 27,8%, NEA, con el 9,9% y las regiones Cuyo y Sur, 2,2%.

El cambio climático, con el aumento de las temperaturas facilita la expansión de Aedes aegypti a nuevas áreas, así como también su reproducción. Son un ejemplo, las epidemias de dengue autóctono que se ocurrieron en ciudades como Bahía Blanca, Tandil y Olavarría. A ello deben sumarse, la urbanización desordenada, la falta de acceso al agua de red y la escasa educación en las medidas de prevención, entre otras. Es una consideración del Ministerio de la salud de la Nación, que sería útil si resulta en acciones concretas y sostenidas de prevención como la eliminación de los criaderos de Aedes aegypti a través del descacharrado, el saneamiento ambiental y la educación programática para la prevención.

a fumigación es una medida que se toma en situación de brote o epidemia. El costo es alto y tiene acción solamente sobre la población de mosquitos adultos. En condiciones óptimas (realizada en las horas crepusculares, velocidad del viento 0/km/hora), reduce el 60% de la población de mosquitos adultos, por lo que debe realizarse (en la misma área) con una periodicidad de alrededor de 5 días. La niebla generada no alcanza el fondo de la vivienda. El mosquito ha desarrollado distintos grados de resistencia a los plaguicidas utilizados. El descacharrado es la eliminación en cada domicilio de todos los recipientes que tienen agua estancada. Debe realizarse periódicamente.

Hay estrategias innovadoras, no utilizadas todavía en nuestro país, como los mosquitos inoculados con Wolbachia pipientis o los irradiados (no son fértiles).

La vacunación con la vacuna tetravalente atenuada (QDengaMR) se inició en algunos municipios/departamentos de tres provincias del norte con alta carga de enfermedad y para la prevención de la enfermedad en los grupos de edad más afectados localmente.

En la provincia de Misiones se inició la vacunación el 17 enero en el grupo de 20 – 40 años en los municipios Capital, El Dorado, Puerto Iguazú para continuar en B. Irigoyen, M. Belgrano, Apóstoles y Alem. La vacunación en Salta comenzó el 01 febrero para las personas entre 25 – 39 años en los departamentos Orán, San Martín y Rivadavia y posteriormente Anta y General Güemes. El 8 abril se inició la vacunación en Corrientes para el grupo de edad 20 – 40 años en los departamentos Capital, Paso de la Patria y Mirasoles.

Debemos destacar dos los enfoques. El de la Salud Pública, en donde la autoridad sanitaria nacional, en el contexto de gestión integrada para la prevención y control del dengue (OMS/OPS), ha establecido la estrategia de vacunación focalizada en el Plan de Preparación y respuesta integral a epidemias de dengue y otras enfermedades arbovirales, 2024 – 2025.

Y el enfoque individual, es decir: las personas mayores de 4 años pueden vacunarse. El acceso a la vacuna está determinado de acuerdo a las posibilidades económicas en base al costo por dosis.

La vacuna es de utilidad por cuanto brinda protección a partir de las 2 semanas de completado el esquema. La indicación de la vacunación es un acto médico. El profesional debe informar integralmente a la persona respecto a las características de la vacuna, la eficacia, la seguridad y consensuar la decisión.

La única vacuna disponible, desde noviembre 2023 en el subsector privado, es QDengaMR del Laboratorio Takeda.

Se administra con un esquema de dos dosis, separadas por un intervalo de tres meses entre la 1ª y la 2ª dosis. Se destaca la importancia del cumplimiento del esquema.

Es una vacuna quimérica tetravalente atenuada con 4 serotipos de virus dengue [1- 4]), desarrollada por ingeniería genética. Se utiliza un virus serotipo 2 atenuado y se reemplazan los genes de las proteínas de membrana y envoltura por los de los serotipos 1, 3 y 4.

La eficacia global para la prevención del dengue virológicamente confirmado fue del 80,2% y la hospitalización del 95, 4% al año; y, a los 4, 5 años, del 61,2% y 84,1% respectivamente.

En el estado actual del conocimiento, la protección conferida se prolonga por 5 años. La vacuna es atenuada, por lo tanto, está contraindicada en las gestantes, mujeres en período de lactancia y en personas con inmunocompromiso.

Los serotipos de virus dengue que circularon en el año 2024 son el serotipo 2 en el 57% de los casos, el serotipo en el 42,9% y el serotipo 3 en el 0,1% de los casos. El serotipo 3 sólo se detectó en la provincia de Entre Ríos.

El virus dengue serotipo 2, genotipo Cosmopolita es emergente en América del Sur. Se identificó por primera vez en Madre de Dios (Perú) en el año 2019 y posteriormente en Goiás (Brasil) en el año 2021. Presentó una rápida diseminación y en Argentina se detectó durante la epidemia 2022 – 2023.

Tiene mayor tasa de morbilidad y enfermedad debido a modificaciones genéticas del virus que afectan la replicación y patogenicidad (capacidad de causar enfermedad).

En relación a los síntomas del dengue, la persona presenta fiebre de comienzo agudo y que puede durar hasta 7 días, sin compromiso de la vía respiratoria ni foco aparente, con dos o más de las siguientes manifestaciones: dolor de cabeza intenso en la frente (cefalea frontal), dolor de ojos (dolor retroocular), dolores musculares y articulares (mialgias y artralgias) y lesions o manchas en la piel (exantema eritemato – máculo – papular o hemorrágico). La persona debe concurrir para la atención médica ante cualquier alteración del estado de salud.

En los enfermos con dengue hay manifestaciones que indican gravedad, por lo que la consulta debe ser inmediata. Esos síntomas son: dolor de panza (abdominal) intenso y sostenido o dolor al tocarse la panza (abdomen), vómitos persistentes (3 episodios en 1 hora o > 5 en 6 horas), sangrado de mucosas (por ejemplo, encías, nariz), baja de la presión (hipotensión ortostática / desmayo [lipotimia]), disminución de la cantidad de orina emitida (diuresis), fatiga/sed de aire (dificultad respiratoria), irritabilidad, somnolencia (alteración del estado de conciencia), disminución brusca de la temperatura.

El dengue hemorrágico o fiebre hemorrágica del dengue es la forma grave de presentación de la enfermedad con compromiso del hígado, cardiocirculatorio y del sistema nervioso central. Requiere asistencia en establecimientos asistenciales de complejidad 3, en Unidad de Cuidados Intensivos. Puede evolucionar al desenlace fatal.

El Ministerio de Salud de la Nación recomienda la vacunación en el grupo de edad de 15 -19 años, acorde a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud que destaca la importancia de la vacunación en la edad pediátrica, edad anterior a la del grupo de edad que presenta el mayor número de casos y la epidemiología local.

Las personas mayores de 4 años pueden vacunarse. La vacunación está determinada por el asesoramiento médico y la accesibilidad económica de acuerdo al costo por dosis.

Entre las medidas de prevención medioambiental podemos destacar la educación para la salud desde el nivel inicial; desmalezar patios y jardines; descacharrar, es decir, eliminar envases vacíos, juguetes viejos, latas, neumáticos y todos los objetos en desuso; tapar tanques y depósitos de agua con malla mosquitero si no se dispone de tapa; colocar boca abajo recipientes que no son de uso corriente (baldes, palanganas, entre otros.); renovar diariamente el agua de floreros o bebederos de animales previo lavado con esponja; poner arena en portamacetas para absorber agua de las plantas; no arrojar basura en calles, baldíos; limpiar, clorar o vaciar las piletas de natación; mantener limpios los desagües, canaletas y rejillas. Limpiar cuidadosamente todos los rincones de las viviendas; arrojar agua hirviendo en las paredes de las canaletas y rejillas y colocar malla mosquitero en las rejillas; y, colocar malla mosquitero en las aberturas.

Éstas medidas de prevención son realizables en los niveles socioeconómicos medio y alto. En los barrios populares, en los que es muy difícil el descacharrado, se deberán realizar fumigaciones periódicas y tratamiento con larvicidas.

Dentro de las medidas de prevención personal debemos destacar la educación para la salud; evitar la exposición en las horas crepusculares (amanecer, atardecer); el uso de ropa holgada de colores claros con mangas y piernas largas; el uso de repelente (DEET etiqueta naranja o etiqueta verde, picaridina/icaridina); el uso de ropa tratada con permetrina; el tul mosquitero y la vacunación contra dengue y la fiebre amarilla.

Es importante resaltar que, aunque la persona esté vacunada, las medidas de prevención citadas deben ser mantenidas por cuanto Aedes aegypti dado que también es vector de otras enfermedades como es el caso de la Fiebre Chickungunya o el Zika.

Los datos preliminares, de acuerdo al Boletín Epidemiológico Nacional No 715, 2024, indican que en total se notificaron 561.461 casos confirmados de los cuales 200.167 fueron por pruebas de laboratorio. El 56,3% de los casos fue causado por el serotipo 2, el 43,6% por el serotipo 1 y el 0,1% por el serotipo 3.

El 55% de los casos ocurrieron en mujeres. El grupo de edad más afectado es el de 10 a 39 años. El 0,28% fueron casos de dengue grave (1 613) y se registraron 415 fallecidos (letalidad 0,75), 55% mujeres; concluyó la Dra. Silvia González Ayala, médica especialista en infectología, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) y consultora en infectología de la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (FEMEBA).

Fuente: Infocielo