Luego de haber sido fuertemente golpeados por la pérdida de confianza de los inversores, los plazos fijos en pesos vienen recuperando terreno. Todo esto en un contexto de cepo cambiario, y venta restringida de dólar, y a pesar de la baja en las tasas de interés.
Luego de las elecciones primarias, en agosto de 2019, los plazos fijos cayeron un 7% en septiembre y continuaron con esa tendencia a la baja en octubre, volviendo a caer 5,8%. El panorama cauteloso de los inversionistas, luego de las elecciones generales, comenzó un camino de reacomodamiento.
En noviembre, los depósitos a plazo comenzaron un camino de recuperación: la tendencia en alza mostró un cierre positivo del 0,5% en ese mes, 2,6% en diciembre y 9,8% para este enero.
De esta manera se observó un aumento en las colocaciones mayoristas en pesos (mayores a un millón de pesos), los cuales aumentaron 115.168 millones de pesos. Esto hace referencia a un incremento nominal de 16% en enero.
En tanto, los depósitos minoristas aumentaron 5% (25.745 millones de pesos) en términos nominales respecto a diciembre.
«Se produjo la suba de depósitos en un contexto de baja de tasas de interés pasivas (TM20, BADLAR y Encuesta de depósitos a plazo minorista) en el mes. En tanto que los depósitos en el sector privado en dólares del mes disminuyeron 2,6% (USD 710 millones)», señaló Cristian Traut, gerente de la consultora First Capital Group.
El spread entre la Tasa de Política Monetaria y la Badlar se ubicó en 15,6% en promedio, una disminución de 375 puntos básicos.
Fuente: Ámbito