Milei, «pito catalán» a los militares

El presidente Javier Milei encabezó el tradicional acto de entrega de sables al personal militar exudando amor pero sin cena ni merienda ni aumento salarial.

Por FERNANDO MORALES

No importa lo que Ud. haya leído horas atrás: para el personal militar no hubo cena ni aumento salarial. Por lo tanto, tampoco camaradería. Ahora, comencemos la crónica: En el salón de actos del Edificio Libertador Gral. San Martín –sede del Ministerio de Defensa-, el Presidente de la Nación, Javier Milei, puso fin a una pésima costumbre heredada de al menos las 2 anteriores gestiones gubernamentales al hacer entrega de los atributos del mando militar a decenas de oficiales de las 3 FFAA, algunos de los cuales deberían haber estado en posesión de sus nuevas jerarquías hace dos años.

El engorro que esta situación causa en el funcionamiento de las instituciones militares excede largamente a lo formal, entorpeciendo severamente el desarrollo de las actividades que los militares realizan no solo en el país sino también en el exterior en circunstancias en donde la posesión del grado adecuado a la función es imprescindible.

Milei prometió que el 30/12/2024 en el Salón Blanco de Casa Rosada serán entregados los atributos de todo el personal en condiciones de ascenso al escalón superior de la carrera militar a partir del primer minuto de 2025. “En la ceremonia de este viernes nos juntamos oficiales con 1 o 2 años de atraso en el ascenso y hasta algunos de los ascendidos ya está retirado”, confiesa un ahora flamante comodoro.

Javier Milei sin cena y sin camaradería.
Una tarde especial

“Discurso del Presidente Milei en la Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas” rezaba el rótulo de anuncio de la transmisión oficial del evento en el que, curiosamente, nadie cenó ya que tal cena simplemente no existió y, además, el discurso presidencial fue pronunciado a las 18:00 un horario más proclive para una merienda.

Desde una de las oficinas de ceremonial de las fuerzas lo explican así: “La Cena de Camaradería de las FFAA es un evento anual en el que se convoca a personal de todas las jerarquías para que compartan precisamente un momento en comunidad y escuchen los anuncios que el Comandante en Jefe (el Presidente) realiza para la comunidad militar. Asimismo, en cada unidad militar del país y a la misma hora se realizan eventos similares presididos por la autoridad militar de mayor jerarquía presente.»

La organización de la cena central es responsabilidad de las FFAA, las que van rotando anualmente para hacerse cargo de la tarea. Este año -de haber existido el ágape- la organización de la gala correría por cuenta de la Armada Argentina.

Apenas con una semana de anticipación al acto del viernes 16/08, los responsables de la organización de la velada recibieron un mensaje de la oficina del Presidente brutalmente honesto: “La cena no se hará por una sencilla razón, el Sr. Presidente no cena en público”.

Los encargados del protocolo presidencial podrían haber utilizado cualquier excusa, por ejemplo, la mundialmente conocida “cuestiones de agenda”. Pero prefirieron exponer al primer mandatario a una zaga de especulaciones que por estas horas continúan ‘in crescendo’ y abarcan desde cuestiones religiosas a psicofísicas.

Así las cosas, el ministro de Defensa, Luis Petri, pergeñó la transformación del tradicional encuentro castrense en una ceremonia de entrega de sables y despachos (pergamino que acredita el otorgamiento del grado) a más de 200 oficiales superiores, y un vino de honor posterior sólo para los ascendidos y su grupo familiar, ya sin la presencia presidencial.

Hábil de reflejos, Petri sugirió al Presidente aprovechar la circunstancia del poco espacio en el Salón Blanco de Balcarce 50 y la indisponibilidad del CCK (una opción a la que se pretendió recurrir en el apuro) para realizar la entrega en “su casa”, es decir el Ministerio de Defensa, realizar allí el discurso que debía haber dado en la cena y luego trasladar al personal militar y familia al salón contiguo, liberando al 1er. mandatario de la aparente incomodidad que le provoca tomar en sus manos un canapé si alguien lo está mirando.

Conclusión, “la Cena de Camaradería se transformó en un brindis de egresados, una vez más el cariño que dicen tenernos no se compadece con las actitudes”, indica un general que está a punto de pasar a situación de retiro en las próximas semanas.

Demás esta decir que en las unidades del interior el personal se fue a la cama sin cenar. O mejor dicho sin cenar con sus camaradas de armas.
Los rostros lo dicen todo.

Los rostros lo dicen todo.
Villarruel castigada

Sobre el mediodía del viernes, los aprestos en el Salón Auditorio del Ministerio de Defensa eran frenéticos, personal de limpieza luchaba para disimular algunas manchas en los veteranos tapizados del recinto, sonidistas ajustaban detalles en la consola ubicada en uno de los laterales al fondo del ‘room’ y el personal de ceremonial ministerial coordinaba con sus pares de Presidencia la disposición de los funcionarios civiles en las primeras 4 filas de butacas priorizando al mero vocero Manuel Adorni por sobre oficiales de las FFAA de muy alta graduación, algunos de ellos Héroes de Malvinas.

A quien nadie sabía dónde ubicar era a nada menos que la 2da. persona en precedencia jerárquica del país (No, no es Karina Milei, a pesar de que el organigrama del Estado así lo indique); la Vicepresidente de la Nación es Victoria Villarruel.

La duda en esas horas era si compartiría escenario con Milei, Petri y los Jefes de las fuerzas o si estaría sentada en primera fila junto a los miembros del gabinete.

La respuesta, ante la consulta a Presidencia de la Nación, aclaró las cosas. “Villarruel no va al acto, no está invitada y no es parte del Poder Ejecutivo su tarea en este tema se limita a presidir la sesión en donde se trataron los pliegos.»

Incluso -aseguran en Defensa – no faltaron reproches adicionales hacia Villarruel por haber dispuesto separar algunos pliegos de ascenso por su cuenta y conforme a información falsa que le arrimó un ex agente de inteligencia naval devenido en periodista con nombre fantasía.

SI bien la Vicepresidente reconoció el error y serán ascendidos a la brevedad, su decisión implicó contrariar lo peticionado por el Comandante en Jefe de las FFAA, algo a lo que, en el pasado, sólo se animó Anabel Fernández Sagasti cuando presidia la Comisión de Acuerdos y le bochó varios generales al por entonces presidente Alberto Fernández.

Desde el entorno vicepresidencial acusaron recibo y difundieron un texto en el que la Vicepresidente indica: “Lamento no estar presente en un día tan importante para los camaradas de mi padre y mi abuelo, pero al no estar invitada no puedo asistir”.

Aunque parezca increíble, la persona que -al menos hasta el presente- 1 vez al mes queda a cargo de la comandancia de las Fuerzas Armadas de la Nación fue excluida del acto castrense más importante luego del egreso conjunto de oficiales que anualmente se realiza en el Colegio Militar de la Nación y nadie se escandaliza por ello.

“Una pena, una vez más las cuestiones personales prevalecen por sobre la institucionalidad”, indicó un funcionario (militar retirado) al ser consultado al final de la ceremonia.

Al mismo tiempo, se mostró sorprendido por la presencia de un alto mando militar separado de su cargo y condenado a prisión en suspenso por espionaje a civiles durante la gestión de Cristina Kirchner.

Me recibí como Técnica en Seguridad Urbana y Portuaria en la Universidad Tecnológica Nacional a fines de 2015. Después de tantos años y por impedimentos de mi vida profesional, pude retirar mi título de Técnica en Seguridad. Gracias a la UTN BA por formarme como profesional de la… pic.twitter.com/PJ4gYhfuuf — Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) August 16, 2024

Los ‘anuncios’ largamente esperados

Javier Milei empleó 10 minutos y 40 segundos para expresarle a la comunidad militar lo mucho que su gestión valora a los hombres y mujeres de armas.

Si bien cometió algunos yerros dialécticos, nombrando como oficiales subalternos a quienes son oficiales superiores, manifestó el honor que para su persona significa que los ascensos al máximo de cima militar lleven su firma.

Cuando, insuflados de orgullo patrio, los militares palpitaban que llegaba el momento de la consumación de tanto amor con el consecuente anuncio de la añorada equiparación salarial con las fuerzas de seguridad (algo que en sí mismo habla a las claras del estado de nuestros soldados) Milei expresó:

Nuestra gestión asumió en un contexto económico muy delicado en el que dar un paso en falso al comienzo nos hubiera llevado a una catástrofe social.

Remarcando que llegó al poder con la firme convicción de poner a las FFAA en el lugar que les corresponde agregó.

Ustedes fueron víctimas de una estafa cuando les prometieron beneficios futuros que se sabía que no se podrían cumplir.

Es decir: No hay plata.
El nuevo calendario gregoriano de Milei

Si bien en lo cotidiano el mundo utiliza el denominado calendario Gregoriano, establecido en 1582 por el Papa Gregorio XIII. en países como China o Israel las festividades religiosas se rigen por otros calendarios; de allí que, por ejemplo, los chinos dieron en febrero pasado la bienvenida al 4722 (Año del Dragón)

En una suerte de adaptación libertaria del calendario, Milei sostuvo este 16/08:

“Tal cual nos comprometimos al inicio de nuestra gestión con un país en llamas a partir del 2do. semestre comenzaremos a reponer la situación salarial de nuestras fuerzas”.

Es de suponer que no escapa al Primer mandatario que el 2do. semestre está dejando atrás su 1er. bimestre y que lamentablemente para el bolsillo militar la comida, el transporte, la vivienda y los servicios tienen vencimientos de pago que no admiten dobles interpretaciones. Tampoco se le puede decir a AFIP que el restablecido impuesto a los ingresos que deberán pagar muchos militares será honrado cuando el PEN cumpla lo prometido.

Un Mayor, Capitán de Corbeta o Vice comodoro con 20 años de servicio ofrece dar su vida por la patria a cambio de migajas y hacía debajo de la escala la cosa es mucho peor.

Fuente: Urgente 24