“No perdemos la esperanza de que pueda aparecer material de suma importancia que contribuya a la confirmación de esta hipótesis”, expresó el abogado Luciano Peretto sobre el secuestro de celulares a policías.El abogado Luciano Peretto se mostró esperanzado en que pueda hallarse material importante para la causa en los tres celulares secuestrados el fin de semana a policías en el marco de la causa judicial por la desaparición y posterior muerte de Facundo Astudillo Castro.
En diálogo con Radio Altos informó que Gendarmería tras un allanamiento en una vivienda de Pradere secuestró tres celulares, dos de ellos pertenecientes a las agentes de la Policía Bonaerense, Jana Curuhinca y Siomara Flores. Ocurre a más de un año de la desaparición del joven de Pedro Luro y luego de reiterados pedidos de la querella.
“Estas medidas se realizan a esta altura no por falta de pedidos de la querella o la fiscalía, sino porque fueron ordenadas por la Cámara de Apelaciones, luego de varios rechazos por parte de la jueza federal María Gabriela Marrón. Estas medidas de prueba con allanamiento y secuestro de celulares, tiene que ver con lo que se había pedido en su momento en el juzgado de primera instancia, pero que había sido rechazado. En apelación fue a la Cámara y esta es la que dispuso que era acertado secuestrar esos celulares”, resumió sobre lo sucedido en el último año sobre esta prueba en particular.
Recordó que al iniciarse la causa judicial, a los efectivos policiales que habían estado con Facundo la jornada del 30 de abril, último día que fue visto con vida, se les había solicitado que hagan “una entrega voluntaria” de sus teléfonos. “Cuando se peritaron, nos dimos cuenta que esos teléfonos habían sido adulterados y que además, los policías estaban trabajando y operando con otros celulares”, advirtió.
Luego se les volvió a pedir que de manera voluntaria entregue nuevamente sus celulares: “Fue hasta burdo porque concurrieron con su abogado defensor a la sede de Gendarmería con cachos de celulares y una de las policías dijo que el día anterior su hijo le había tirado el celular al inodoro”.
Finalmente, hace tres meses los fiscales de la causa y la querella solicitaron que los equipos sean secuestrados. La medida fue rechazada por la jueza Marrón y recientemente habilitada por la Cámara de Apelaciones, concretándose el allanamiento y lo secuestrado el pasado sábado.
“Son tres los celulares, uno de Flores, otro de Curuhinca que no estaba en el lugar, pero que fue convocada, y un tercero que se encontró dentro de la vivienda. Esperamos saber qué tienen adentro después de tanto manoseo probatorio”, remarcó.
Si bien admitió que ha pasado mucho tiempo desde la desaparición de Facundo y el secuestro de los celulares, afirmó que no pierden la esperanza de que pueda aparecer material de suma importancia que contribuya a la confirmación de la hipótesis de desaparición forzada seguida de muerte.
Opinó que los uniformados que estuvieron con el joven el 30 de abril cuando pretendía en plena cuarentena viajar desde Villarino a Bahía Blanca, actuaron de manera burda y con impunidad y que en la causa las pruebas “cayeron a modo de lluvia”. “Pero cuando se hace un racconto, todo es conducente a que lo desaparecieron y lo mataron. La prueba es contundente”, aseguró.
En ese punto, el abogado precisó que no existe dentro del expediente elemento alguno que abone una hipótesis contraria y consideró que plantear que fue un accidente y que Facundo se ahogó, es analizar lo ocurrido desde “una ignorancia total”.
Enumeró que el día en que murió el joven había 40 centímetros de agua donde apareció su cuerpo, que había un pelo de Facundo dentro de un patrullero en el que habían informado que el joven no había estado, que apareció un amuleto en un calabozo y también manchas de sangre que se esperan los resultados de las muestras para determinar si pertenecían a Facundo, que apareció una probable campera de Facundo atada a un árbol y su mochila a 800 metros de su cuerpo, que un patrullero el 8 de junio estuvo detenido 35 minutos en el mismo lugar donde fue hallado el cuerpo y que hubo intercambio entre policías de mensajes sugestivos antes de que Cristina Castro presentara la denuncia por la desaparición de su hijo.
“Para hablar de otra hipótesis hay que usar fantasía y es tomarle el pelo a la opinión pública, a la memoria de Facundo y al dolor de Cristina. La única hipótesis sustentable es la de desaparición forzada”, insistió y recalcó que cada día que pasa la querella está más convencida de ello.
Por último, al ser consultado sobre el informe del IADO titulado “Análisis de los niveles de inundación por marea en la zona interna del Canal Principal de Bahía Blanca”, Peretto denunció que surgió de manera irregular.
“La jueza Marrón en el inicio de la investigación delegó en los fiscales la investigación y la única prueba que dictó de manera particular es enviar al IADO a hacer un informe de mareas. Surge de manera irregular porque lo manda a pedir y nos enteramos cuando llega el informe; el documento llega sin firma y está viciado de condiciones de nulidad”, manifestó.
Según argumentó, en el escrito lo único que se hace es hablar de cuestiones criminalísticas como posiciones del cuerpo, todo “fuera de la ciencia” del IADO. “Por eso nosotros y los fiscales hemos pedido que sea desechado. Informa sobre cosas que no se le pidieron y que no son propias de su ciencia”, concluyó.
Fuente: Frente a Cano