Las elecciones presidenciales que se realizarán este domingo entre Sergio Massa y Javier Milei están cargadas de especulaciones y denuncias de fraudes, y es por eso que ahora se suma la pregunta de qué pasaría si en la noche del 19 de noviembre los resultados del escrutinio provisorio no arrojaran una diferencia definitiva a favor de un candidato.
Para entender esto, es necesario diferenciar en primer lugar al escrutinio provisorio del definitivo: a pesar de que la costumbre es que por la noche se conozca a un partido o candidato ganador, en realidad solo el conteo definitivo tiene la validez legal que confirma al ganador, y tarda varios días más en conocerse. De esta manera, la respuesta legal es que si los resultados del domingo a la noche no alcanzaran para reconocer una diferencia definitiva, se debería esperar entre una y dos semanas más para conocer al próximo presidente.
Según explicaron expertos de la Justicia Electoral, uno de los motivos por los que uno tiene validez legal y el otro no es que el escrutinio provisorio se trata de un cómputo que organiza el Poder Ejecutivo, en este caso el gobierno de Alberto Fernández, mientras que el definitivo es el que encabeza la Justicia Electoral.
Asimismo, la Justicia Electoral se encarga de resolver todos los votos que por normativa no son cargados en el escrutinio provisorio: votos recurridos (donde quedan dudas si el voto es válido o no, por ejemplo cuando la boleta está rota y los fiscales de cada partido discuten si debiera anularse o no), los que residen en el exterior, y los votos en las cárceles.
A pesar de todas estas diferencias, desde la Justicia Electoral aseguraron que “el resultado final no suele diferir sustancialmente del provisorio y es por eso que casi siempre el mismo día de los comicios se conoce al ganador”.
El día de los comicios, la carga de los telegramas, a cargo del Ejecutivo, se realiza por partida doble para tener un doble chequeo y evitar errores de carga de datos.
Para que este próximo domingo no haya un ganador definido, debería pasar que la diferencia entre ambos candidatos sea menor a la cantidad de sufragios que restan cargarse o resolverse por todos los motivos mencionados en la instancia provisoria.
En 2015, si bien el resultado del balotaje entre Daniel Scioli y Mauricio Macri fue bien parejo, dando ganador al candidato de Cambiemos con el 51.34% de los votos frente al 48.66% del peronismo, Scioli aceptó su derrota al escrutarse el 70% de las mesas de votación. Para ese momento, los resultados provisionales daban a Macri una ventaja de seis puntos por encima de Scioli, con un 53% de los votos.
La distancia entre ambos candidatos se redujo lentamente en las horas siguientes, pero ya era una diferencia definitiva e irrevertible.
Fuente: Perfil