Lo aseveró la especialista María María Ibáñez Martín, quien alertó que «no prever un mecanismo paliativo para los hogares vulnerables es realmente una locura».
Ante la posibilidad, cada vez más latente, de que Bahía Blanca sea excluida de la Zona Fría, especialista en materia energética reclaman que se aplique “bisturí” y no motosierra.
Es el concepto que deslió María María Ibáñez Martín, doctora en economía e investigadora del IIESS-CONICET, en diálogo con Pulso Informativo por Radio Altos.
Según detalló, en nuestra ciudad 106.500 hogares tienen conexión a la red natural de gas, sobre un total de 132.000. En efecto, 120.000 familias dejarían de recibir el subsidio.
En esa línea, opinó Ibañez que “así como está planteada la postura del gobierno de ‘a todo o nada’, es una locura; no prever un mecanismo paliativo para los hogares de ingresos bajos es realmente una locura”.
No obstante reconoció que hay distorsiones ya que “en Bahía Blanca el gas se subsidia todo el año, incluso en meses no frío, y eso lleva a asistir económicamente a una familia de altos ingresos que usa una caldera a gas para calefaccionar el agua de una pileta; entonces los hogares con mayor poder adquisitivo se apropian la medida”.
De todas maneras planteó que “en cuestiones tan sensibles como la energía vale un poco más la pena pensar en una lógica de bisturí, pensar quien lo necesita y quien no porque gran parte de los barrios vulnerables no tienen conexión al gas natural y no tienen acceso al beneficio“.
“Se debe redefinir la ley y pensarse toda”, reiteró la economista y cerró: “Si se busca la eficiencia en el subsidio para cubrir la desigualdad, siempre vale la pena tomar una medida como ésta; pero no de la manera que lo piensa el gobierno porque el costo social de quitar el subsidio, sin una estrategia, es mucho más alto que lo que se puede ganar en términos económicos“.
Fuente: Frente a Cano