“Sentimos que por fin se hizo justicia”, afirmó la hermana de “Watu” Cilleruelo

Raquel Cilleruelo dijo que está muy contenta por el fallo en el que se condenó a Aceituno por el crimen de su hermano. “Ojalá mi mamá que luchó toda la vida por justicia estuviera acá para vivir esto”, expresó.

“Estoy muy contenta con la condena que se le dio al principal imputado a prisión perpetua y a los otros tres que fue la pena máxima que se les podía dar”, expresó esta mañana en Radio Altos, Raquel Cilleruelo, hermana de David “Watu” Cilleruelo.

Remarcó que tuvieron que esperar 46 años para que se haga el juicio y se condene a los miembros de la Triple A por delitos de lesa humanidad, entre ello, el crimen de su hermano cometido 3 de abril de 1975 en el edificio de la Universidad Nacional del Sur

Raúl Roberto Aceituno recibió la pena de prisión perpetua por el asesinato de “Watu”, mientras que Juan Carlos Curzio, Héctor Ángel Forcelli y Osvaldo Omar Pallero fueron condenados a 10 años de prisión por ser considerados coautores penalmente responsables del delito de asociación ilícita en perjuicio de 24 personas.

“Si el juicio se hubiera hecho antes habría más condenados porque hubo gente que se fue muriendo en el camino; la impunidad biológica como se la denomina”, aseveró, aunque destacó que “por fin” se ha realizado el juicio porque a lo largo de los años en distintas ocasiones pensaba que nunca se concretaría.

Raquel contó que ella vivía en Roca cuando “Watu” fue asesinado y que una vecina (que escuchó la noticia en la radio) fue quien le informó de lo ocurrido con su hermano en Bahía Blanca. “Fue todo un caos, nos pusimos en comunicación con parientes de Cipolletti, viajamos a Bahía y llegamos a la noche, en pleno velorio. Todo fue caótico y tétrico, hasta revisaban las coronas para ver si tenían bombas. Todo estaba vigilado”, recordó.

Si bien sabían que la situación “no era buena” por la presencia de la Triple A, recalcó que nadie esperaba que su hermano fuera asesinado. Y manifestó que la vida de su familia a partir de ese 3 de abril de 1975 fue muy difícil. Su papá murió nueve meses después (hacía tres años que estaba enfermo) y su mamá hasta su fallecimiento en 2002 luchó por justicia.

“Viajó muchas veces a Bahía para pedir entrevistas y nunca consiguió nada. Ella sufrió las consecuencias de esperar siempre justicia y no encontrarla. Por suerte ahora se consiguió esa justicia, ojalá ella estuviera acá para disfrutar de esto”, expresó.

Sobre la lucha de su mamá, advirtió que todo lo referido a la Triple A “se escondía” y que los miembros de la organización paraestatal, además, contaban con protección. “Fue pasando el tiempo, mi mamá se puso mayor y dejó la lucha. Siempre vivió con tristeza. Mi hermano nunca fue olvidado”, afirmó.

Con el fallo del Tribunal Oral Federal que se conoció el pasado lunes, señaló que sintió que “algo de todo lo que se hizo se reparó”. “Hubiera querido que se hiciera antes, por momentos bajé los brazos pensando que no le darían una condena fuerte, pero cuando dijeron perpetua, sentimos una felicidad de que por fin se hizo justicia”, enfatizó.

Y completó: “Nos hemos sacado un peso de encima, hay que seguir porque genocidas hay en todo el país. Hay que evitar que la derecha avance”.

Fuente: Frente a Cano
Foto: FM De la Calle