Tras el escándalo que estalló al conocerse la noticia de que los senadores tendrían un nuevo aumento y que sus sueldos llegarían a los $ 8 millones por mes en bruto, en la noche de este miércoles los legisladores decidieron dar marcha atrás.
En una nota enviada a la presidenta de la Cámara de Senadores, Victoria Villaruel, los jefes de todos los bloques legislativos le pidieron que no se les modifique la dieta que reciben en la actualidad.
De haberse concretado el incremento, los senadores volverían a recibir un nuevo aumento de sueldo, el segundo en un mes, y pasarían a cobrar una cifra que rondaría los $ 8 millones de salario en bruto, que con los descuentos estaría por encima de los $ 5 millones.
En Diputados ya hay gestiones para avanzar en una actualización de las dietas que estaría atada al aumento de los jubilados, luego de la presión de los presidentes de los distintos bloques que se quejaron porque estaban retrasados respecto de los sueldos del Senado.
Lo cierto es que luego de la polémica generada en abril cuando el Senado aprobó a mano alzada y sin debate el acuerdo para imponer un fuerte aumento que llevó los sueldos a $ 7,2 millones bruto, todos especulaban que iba a haber un giro en la estrategia de los legisladores.
Incluso, en ese momento, varios senadores anunciaron su decisión de renunciar al aumento, algo que es impracticable, y la única opción era donar ese porcentaje. Además los senadores intentaron avanzar con un proyecto para unificar todos los sueldos de los poderes del Estado para que queden por debajo de lo que cobra el Presidente.
Fuente: Clarín