Una docente especial

Ayer fue el Día de la Educación Especial, en reconocimiento a esta fecha, la licenciada Fernanda Tirrelli, directora de la Escuela Especial Stella Maris, cuenta su experiencia en esta rama de la Educación, sus desafíos y su profunda vocación docente.

Un 9 de Agosto de 1949 se creó en el ámbito de la provincia de Buenos Aires la Dirección de Educación Especial. Por este hecho, cada 9 de agosto se conmemora el Día de la Educación Especial.

Esta modalidad propicia la inclusión de los estudiantes con discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles, asegurándoles el derecho a la educación y garantizando el desarrollo de sus trayectorias educativas.

La licenciada Fernanda Tirrelli, directora de la Escuela Especial Stella Maris que funciona en la Base Naval Puerto Belgrano, abrazó la vocación de ser docente de Educación Especial mientras trabajaba como maestra de grado en el Nivel Primario.

“El desafío de trabajar con alumnos con necesidades educativas y sentir la falta de herramientas para el ofrecimiento de mejores oportunidades de aprendizaje, fue siempre mi mayor inquietud. Cuando trajeron la carrera a Punta Alta en el Instituto de Formación Docente Nº 79, pude cumplir mi anhelo. Egresé en la primera cohorte y también pude realizar la Licenciatura en la Universidad del Salvador (USAL), con sede en el ex Colegio Nacional de la ciudad”, contó la docente.

Hoy, en su rol de directora de la Escuela Especial, su jornada empieza bien temprano. Con la llegada de los docentes y los estudiantes, el establecimiento se pone en marcha. En el marco de los cuidados y protocolos sanitarios por la pandemia de COVID-19, ella colabora con la toma de temperatura y la desinfección al ingreso.

“Generalmente estoy un tiempo en cada aula, es la mejor manera de vincularnos y conocernos. No soy una directora de escritorio, todo lo contrario; me gusta participar y acompañar. Un director, es un enseñante de las prácticas docentes; el estar presente en cada aula es necesario y nos ayuda a fortalecer permanentemente los procesos de enseñar y aprender, e ir siempre por más”, relató.

A la vez aseguró que: “la experiencia en la Escuela Especial, me ayudó a crecer mucho profesionalmente. Cada día es un nuevo desafío, que nos interpela a poner en juego toda nuestra formación profesional. Por supuesto que es un trabajo compartido y en equipo. Difícilmente pueda llevarse a cabo tamaña misión sin el compromiso de toda una comunidad educativa”.

La Armada Argentina y el equipo de trabajo

Fernanda Tirrelli ingresó a la institución en el 2018. Para ese entonces, ya tenía una gran experiencia en la conducción de servicios educativos de la provincia de Buenos Aires y una variada formación docente, como así también una diversidad de experiencias en sus 30 años de servicio.

“Desarrollar mi profesión en el ámbito naval, me produce una satisfacción personal muy grande, debido a que me siento reconocida por mis superiores y orgullosa de pertenecer a una de las instituciones señeras de nuestro país”, expresó.

En la actualidad trabaja en la Escuela Especial Stella Maris junto a la vicedirectora en la conducción y un equipo técnico, que atiende tanto la matrícula de sede como la de inclusión, conformado por una psicóloga, una orientadora social, una fonoaudióloga y dos orientadoras educacionales. Además hay profesores especiales de Educación Física y Música, 20 maestras especiales y una auxiliar celadora.

“Es un equipo en su totalidad con una formación profesional de excelencia donde diariamente se plantean como meta qué más enseñar, mirando el contexto en el cual se van a incluir. La calidad humana, los valores que ponen en juego para el trabajo en equipo y al servicio de los estudiantes y sus familias, hacen de la Escuela Especial un espacio de contención, alegría, seguridad, y aprendizaje único”, detalló Fernanda.

“También contamos con un equipo militar dedicado y presente, que se ocupa de la logística, colaborando con el bienestar de todo el servicio; con un alto grado de vocación y empatía”, agregó.

La Escuela Especial Stella Maris

La escuela cuenta en el presente con 66 alumnos. De esa cantidad, 39 son de sede –reciben clases presenciales en la escuela–, mientras que el resto se encuentra en proyecto de inclusión; es decir que concurren al jardín, escuela primaria, secundaria o modalidad adultos, con apoyo de una Maestra de Apoyo a la Inclusión (MAI).

Las actividades que se desarrollan en la institución educativa se dividen en actividades pedagógicas, vinculadas a las áreas de Prácticas del Lenguaje, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Matemática, prescriptas en el Diseño Curricular de Nivel y taller. En los talleres, se trabaja con una propuesta curricular vinculada a la formación laboral, configurada a las edades, competencias a desarrollar y habilidades, explicó la directora.

El contexto de pandemia impuso nuevos desafíos y “nos vino a enseñar cosas inimaginables”, reconoció. “En 2020, el desafío fue la vinculación con aprendizajes y creo que las familias fueron pilares fundamentales para el logro de los objetivos”, dijo, destacando además el rol de cada docente.

“Este 2021 tenemos 4 días de asistencia presencial y un día virtual lúdico, donde se encuentran las burbujas. Hay que verlos encontrarse a través de la pantalla, alegrarse, reírse y participar de juegos vinculados a las tareas que desarrollaron en la semana. Es muy emocionante”, sostuvo.

El 29 de julio de este año Fernanda Tirrelli cumplió 30 años de servicio dedicado a la educación en distintos roles: maestra de grado, maestra de ciclo, maestra de grupo primario, profesora, secretaria y directora.

“Estar a cargo de la dirección de la Escuela Especial Stella Maris en la Base Naval Puerto Belgrano, lo considero un privilegio y una enorme responsabilidad, que trato de cumplir con todas mis fuerzas”.

Una vida en Punta Alta

Fernanda Tirrelli nació en Bahía Blanca el 16 de marzo de 1971; su papá falleció hace 15 años y su mamá este año cumple 80. Tiene tres hijas: Milagros (15), Candela (20) y Julieta (23) y un nieto: Hipólito de 2 años que concurre a la sala maternal del Jardín 909.

“De pequeña viví en Punta Alta, también en Villalonga (Villarino Sur) y Cinco Saltos (Río Negro). Mi papá trabajaba en el Banco Vallemar y lo trasladaban cada tanto”, contó Fernanda que fue al Jardín Nº 903 de Punta Alta y luego a la Escuela Primaria Nº 23 y al ex Colegio Nacional de la misma ciudad. El nivel terciario lo cursó en el Instituto Avanza de Bahía Blanca, el Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) 159, el ISFD 79 y el ciclo de licenciatura en la USAL.

“Los recuerdos de mi infancia se vinculan a mi paso por el jardín Nº 903 que, por esos años, funcionaba en el edificio de la Escuela 23. De pequeña concurría en los veranos a la Colonia Recreativa del Complejo Quiroz”, recordó. “Transité mi niñez en un barrio puntaltense relativamente céntrico (Espora y San Martín) y al ser la menor de tres hermanos, los juegos en la vereda y en los baldíos del barrio con amigos, eran actividades en aquel momento posibles”.

Rememoró también los tradicionales concursos de manchas en la Plaza General Belgrano, como así también lo mucho que disfrutaba de leer y escribir, el pertenecer al equipo de softball del “Nacio”, los inolvidables malfatti de su abuela Celia y “los asaditos de mi papá que aún hoy se añoran”.

Fuera del ámbito naval, la licenciada Tirrelli se dedica a la Educación de Adolescentes y Adultos. Es directora de la Escuela de Adultos 701 y profesora de Educación Superior en los Institutos de Formación docente Nº 159 y 79 de Punta Alta.

“También, en la medida de mis posibilidades, desarrollo actividades físicas con mayor gusto por el ciclismo, con infaltables pedaleadas hasta el mar. Las tareas del hogar, propias de la vida de familia, también se convierten en una actividad cotidiana”, concluyó.

Lic.María Silvina Rosas – Mar Adentro – Gaceta Marinera