Una especialista en Educación derriba los mitos sobre la repitencia en la escuela

La Provincia anunció cambios en la escuela secundaria y la política reaccionó con un fuerte rechazo. Pero los que saben de educación no tienen dudas.

Los cambios curriculares que implementará la provincia de Buenos Aires en la escuela secundaria a partir de 2025 fueron noticia a lo largo de la semana. La política los abordó en «modo grieta» y sepultó un debate necesario en torno a la educación.

En este contexto, la mirada de los especialistas es valiosa e imprescindible. Myriam Southwell es doctora en Ciencias de la Educación (UNLP), tiene un postrado en Ciencias Sociales de FLACSO y realizó su doctorado en la Universidad de Essex, en Inglaterra. Fue directora de Educación Secundaria dentro de la Dirección General de Cultura y Educación. Y se tomó el tiempo de explicar y ponerle contexto a las medidas, en un extenso mano a mano con INFOCIELO.

– ¿Da un poco de bronca cuando se empantana con politiquería el debate sobre educación?

-La crítica es rápida, sin datos. Siempre se piden cambios a la escuela, que es vieja, que es anquilosada, que no cambia nunca, y resulta que, cuando empieza a cambiar, se la mira con sospecha, como que eso va a significar que se ponga más decadente…

-¿Es así o no es así?

-Yo creo que este es un cambio que viene planteando la pedagogía hace décadas. No se puede pensar la escuela igual para todos. Se trabaja sobre una lógica de acompañar trayectorias; entendió que no todos nos llevamos bien con todas las asignaturas y saberes, que requerimos más acompañamiento en algunas que en otras. Si uno recuerda la propia biografía escolar en la secundaria, éramos por lo general más habilidosos en algunas asignaturas, en otras nos costaba el triple, y necesitábamos algun acompañamiento, alguna clase de apoyo dentro o fuera de la escuela y demás. Eso se reproduce siempre en el resto de los estudiantes. Entonces poder acompañar esas trayectorias en lugar de pedir un ritmo homogéneo para todos es lo que la teoría pedagógica viene trabajando hace décadas. También los países avanzados que solemos admirar dejaron de lado esa lógica homogénea…

-Rígida, ¿no?

-Rígida, en la que todos tienen que pasar por el mismo soporte. Además, por suerte, desde 2006 la Argentina decidió que la escuela secundaria fuera obligatoria. Hasta ese momento llegábamos los sobrevivientes, que, porque nuestras familias podían acompañar eso y no requerían que trabajáramos, pero éramos el 30 por ciento de la población, en números redondos. A partir de que se estableció la obligatoriedad hay que entender que no venimos todos de los mismos lugares ni tenemos los mismos apoyos. Lejos de mantener que homogeneidad, hay que pensar de qué manera acompañar trayectorias diferentes, buscando que todos y todas estemos en la escuela aprendiendo. Que la escuela se diversifique y pueda pensar en formas de intensificación, en lugar de condenar a la repetición, que la teoría de la evaluación hace décadas muestra que es el primer paso hacia el abandono…

-Te desmoraliza, ¿algo así?

-Te va haciendo perder el vínculo con la escolaridad, que sos un burro. Además tenés que volver a cursar el año con las materias que aprobaste y las que no, hay que repetirlas todas.

«En el espacio académico, a la repitencia no la sostiene nadie»

-Cuando vi la reacción política pensé: mínimamente lo que debe pasar acá es que, en Educación, media biblioteca debe decir «repitencia sí» y la otra mitad dirá «repitencia no», ¿es asi?

-No, la repitencia no la sostiene nadie. Dentro del espacio académico de la investigación educativa no la defiende nadie.

-Es como una cuestión filosófica, de gente vieja… ¿de nostalgia?

-Eso uno lo encuentra en la opinión pública en general, no en la gente que trabaja en educación. Hay que ver estadísticas, las tendencias en el mundo, mira cómo se va produciendo una lógica de fragilización del vínculo con la escuela de los pibes que repitieron, que piensan que la escuela no es para ellos. Nosotros tenemos que hacer todo lo necesario para que entiendan que la escuela es para ellos y que probablemente hay cosas que ajustar, pedir más esfuerzos en algún lado y demás. En todo caso es la opinión pública la que entiende que lo que debe prevalecer es el esfuerzo, y está muy bien. Aquí también hay esfuerzo, porque alguien va a tener que ir más, va a tener que volver sobre los saberes….

-Mejor dirigido el esfuerzo, más eficiente…

-Más acompañado, de manera más personalizada, con grupos más pequeños, con otras estrategias, con otros profesores. Que puedan poner en funcionamiento todo eso no deja afuera el esfuerzo, todo lo contrario. Además están más acompañados porque, si tienen que volver a recursar una asignatura, que puede pasar, lo va a decidir un consejo de escuela, que va a tener más de una mirada y no una conclusión saca. Hay más acompañamiento que se ofrece.

Repetir de grado: ¿refuerza saberes o revive un trauma?
Pasa eso con la repitencia: es como un primer escalón en el que los chicos sienten que se van desconectando de la realidad. Ha sido abandonada en el grueso del mundo… Sobre todo en los países que más miramos como modelo. Lo que se hace es un trabajo por trayectorias que se sostiene con acompañamiento, con actividades diversificadas, con cursos en paralelo, reforzando a esos estudiantes. Se ha ido entendiendo que no ayuda y que, lejos de fortalecer saberes, es la repetición de una experiencia sabida.

-Es casi como revivir un trauma…

-Además la lógica de repetir todo el año porque tiene mas de tres asignaturas en las que le fue mal, y tiene que repetir hasta las asignaturas que sí aprobó, es un contrasentido, es difícil de sostener. Especialmente en una experiencia de vida donde los chicos se ven rápidamente compelidos a participar de la vida productiva, a pensarse en la lógica del trabajo, quedarse, autoculparse de que es un problema individual, no es un acierto. Este cambio de régimen está pensando en la responsabilidad colectiva de la institución, que dice «bueno, tal como hicimos las cosas hasta ahora no te ayudó: vamos a intensificar, vamos a tener más horas con esta asignatura. En las otras lo hiciste muy bien, felicitaciones, con esta nos detenemos y apuntamos más». Es una responsabilidad que está en la institución…

-Se hace cargo de llevarte al otro nivel. Hasta ahora, ¿qué se daba? Yo me llevé una sola materia en mi vida y la aprobé yendo a un profe particular…

-Es una manera de asumir que no es un problema individual. Uno no puede afirmar que alguien no puede aprender, que no es bueno para algo. La escuela tiene que inventar lo que sea necesario para que el otro pueda, para eso está, sino aprenderíamos solos. Hay que poner a disposición otras estrategias, otros énfasis. Entrar a un mundo de conocimientos que nos es ajeno es complejo, no es natural, sencillo. Requiere soporte, requiere acompañamiento. Si la escuela lo toma como propio, enfatiza donde debe y promueve donde ya se está promovido, está aceptando que es un tema institucional y no de una persona sola.

-Es casi de una comunidad educativa el problema…

-Claro.

Fuente: InfoCielo