Graduada de esta Casa y estudiante de posgrado, Camila Stempels Bautista vivió una experiencia inigualable a 20 mil kilómetros de Bahía Blanca, con expertos sobre exploración en aguas profundas. Fue la única argentina seleccionada para este programa de capacitación
A bordo de un crucero científico, en el mar de Japón, Camila Stempels Bautista vio atardeceres únicos. Allí, junto a otros cuatro jóvenes de diferentes continentes y especialistas de importancia sobre recursos naturales, sintió la fortuna de su elección universitaria en Oceanografía.
“Confirmé mi vocación y mi amor por el mar”, dijo, al contar sobre la capacitación en el buque de investigación «Bosei Maru», realizada entre octubre y diciembre, en Japón.
La experiencia implicó entrenamiento previo en tierra, 10 días en la embarcación científica y visitas a universidades, minas e institutos en diversas ciudades del país nipón.
Compartió el programa con integrantes de Bangladesh (Asia), Nigeria y Kenia (África) y Tuvalu (Oceanía). “Fue muy lindo el encuentro, increíble, aunque las diferencias culturales son importantes. Igualmente, Alam, de Bangladesh, me preguntó por Messi”, dijo.
El objetivo era familiarizar a los participantes con los conocimientos y técnicas empleados en la exploración de los recursos minerales de aguas profundas. Incluyó estudios de reflexión sísmica marina, estudios geológicos marinos utilizando magnetómetros y gravímetros y cartografía geológica, así como la práctica sobre tecnología de exploración de recursos minerales, en el marco del Programa de Capacitación en el Mar 2023 organizado por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) y Deep Ocean Resources Development Co. (DORD), Japón.
Además de la exploración en el Pacífico, el grupo realizó un recorrido por las instalaciones relacionadas con antiguas minas, sitios del patrimonio de la historia de la industria japonesa y participó de conferencias de expertos en diversos campos relacionados con el desarrollo de recursos marinos.
Bahiense, de 29 años, Camila cursa el doctorado en Geología en el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO, UNS- CONICET). Fue la única argentina seleccionada en el citado programa.
“Estoy profundamente agradecida con la UNS, cuya excelencia académica me brindó una formación de gran calidad. Gracias a ello, se han abierto numerosas oportunidades a nivel internacional en mi carrera”, sintetizó.
De niña, era fanática de las historias “Liberen a Willy” y “La Sirenita”. Su amor por el mar continuó luego por los deportes acuáticos y al finalizar el nivel medio, cursó la licenciatura en Oceanografía en la UNS. “El lugar donde más disfruto es al lado del mar”, contó.
Sobre el viaje, resumió: “Los japoneses son súper respetuosos, muy muy puntuales, amables y siempre presentes para lo que necesites. Un poco tímidos., muy serviciales y con ganas de que aprendamos de su cultura y su forma de vivir. El país es hermoso! Fue increíble conocer Japón”.
“Nuestro itinerario incluyó una visita al Museo de Minería de la Universidad de Akita, una exploración de la histórica mina Osarizawa y un recorrido por las instalaciones de Kosaka Smelting & Refining co. LTD, visitas al Centro de testigos de Kochi (guarda rocas de todo el mundo) y a la Cueva Ryuga-do, seguidas de una excursión a la aldea de Geisei. Posteriormente, visitamos la Universidad de Kochi, donde el profesor Akira Usui brindó conferencias sobre la geología de los nódulos polimetálicos y compartió algunos de los experimentos que ha realizado.
“Visitamos la mina Kasuga, asistimos a importantes conferencias en la Universidad de Kobe e hicimos un recorrido embarcados en el buque escuela KAIJIN-MARU. Visitamos el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada en Tsukuba, el Museo Geológico, y tuvimos la oportunidad de explorar el buque de perforación (D/V) Chikyu.
“En Kosaka nos recibieron de manera fabulosa y nos dejaron participar de una ceremonia del Té! Nos pusieron kimonos, hicimos origami, nos dieron unos dulces raros esponjosos y después té matcha! Y por último, hicieron un show de percusión! Fue una experiencia muy linda. Fuimos al Castillo Himeji, paseamos por Kyoto; en Tokyo recorrimos el Templo Senso-jii, visitamos Shinjuku, recorrimos Ginza, subimos al mirador SkyTree. Conocimos Lake Towada (lago de crater), con su hermosa vegetación (las hojas rojas preciosas).
Sobre la alimentación contó: “Me alimenté a base de pescado, arroz y harinas porque la comida es muy diferente. Son de mezclar carnes, por ejemplo caldo de cerdo y le ponen pescado. Casi todo es con caldo de cerdo. Muchas algas, muchos picantes o condimentos extraños”.
Camila volvió aún más segura de su elección de vida. Su pasión y la UNS la llevaron lejos.
Prensa UNS