Junto con los Guardiamarinas en Comisión de la Armada Argentina, jóvenes Oficiales de las Fuerzas Armadas y de Seguridad nacionales se instruyen a bordo del buque escuela.
La sección del centro de la fragata ARA “Libertad” es el lugar asignado para los Guardiamarinas en comisión (GUCOM). Allí, por debajo de la cubierta principal, se encuentra su camareta, un espacio donde asisten a clases, estudian, comen, se reúnen y pasan su tiempo de esparcimiento; una cubierta más abajo se localizan los sollados (alojamientos).
Todos estos espacios son compartidos durante el desarrollo del 52° Viaje de Instrucción con los invitados de los establecimientos educativos navales, extranjeros de Armadas amigas y de Fuerzas Armadas y de Seguridad del país.
Y es que, además de completar la formación general y profesional de los Guardiamarinas en Comisión, acrecentando y fortaleciendo los vínculos de amistad con los países visitados, también se fomenta la integración interinstitucional.
De esta manera, a bordo del buque escuela, los futuros Guardiamarinas comparten la experiencia con jóvenes oficiales de otras Fuerzas Armadas y de Seguridad que, por su destacado desempeño en sus respectivos institutos de formación, fueron invitados a realizar el viaje.
Durante todo el recorrido, el Subteniente del Ejército Argentino Gabriel Tejada Rollán, el Alférez de la Fuerza Aérea Argentina León Nazareno Limeres, la Oficial Ayudante de la Prefectura Naval Argentina Sofia Belen Romero, y el Subalférez de la Gendarmería Nacional Argentina Kevin Federico Hesler, forman parte de la tripulación de la fragata ARA “Libertad”.
Durante los tres meses y medio de travesía, irán adquiriendo conceptos de navegación, costumbres y tradiciones de la vida a bordo, además de afianzar la camaradería y los lazos de amistad con los Guardiamarinas en Comisión.
Para el Subteniente Tejada Rollán, quien egresó en 2022, este Viaje de Instrucción es un premio, una recompensa a todo el esfuerzo puesto durante los cuatro años en el Colegio Militar. Sobre todo, sabiendo que iba a tener la oportunidad de navegar en la fragata, “un buque tan icónico para mí, que nunca había navegado o estado en un barco”.
“Aprovecho para conocer a la gente de la Armada, ver qué es lo que hacen y enriquecer mi cultura; más que nada la cultura interfuerzas para conocernos y saber qué es lo que hacemos”. Este bagaje de conocimiento que se llevará al finalizar el viaje, podrá compartirlo cuando retorne a su destino en tierra: el Regimiento de Infantería de Paracaidistas II en Córdoba, donde se desempeña como Jefe de la Sección de Infantería.
También en Córdoba, pero en la Escuela de Aviación Militar, el Alférez Limeres se encontraba realizando el Curso de Aviador Militar cuando se enteró que embarcaría. La noticia lo tomó por sorpresa porque implicaba interrumpir el curso, “pero a la vez también entendía la exclusividad y la experiencia que significa estar en la fragata ‘Libertad’”.
Si bien encuentra similitudes entre las Fuerzas Armadas, señala que una de las cosas que más las diferencian son las tradiciones: “Son muy puntuales e internas de esta Fuerza”. Pese a ello, se adaptó rápidamente. “La experiencia de estar embarcado es única. Tanto tiempo en el mar”, enfatiza el oficial de la Fuerza Aérea quien, como parte de la navegación hasta Puerto Rico, pudo experimentar subir a los palos: “Me tocó el trinquete”, relató. Respecto a lo que aún resta por vivenciar agregó: “Seguir aprendiendo y a seguir aventurándome en esta Armada”.
Por su parte, la Oficial Ayudante Romero estaba destinada en San Antonio Oeste, Río Negro, cuando desde el Edificio Guardacostas se comunicaron con ella para decirle que había sido convocada para realizar el Viaje de Instrucción en la fragata ARA “Libertad”.
“Es una experiencia única. Primero, estar navegando en esta embarcación que es la Embajadora de los Mares, representando a mi Institución. Y segundo, la vivencia de poder compartir los conocimientos adquiridos en mi escuela y los que obtienen también los cadetes de la Escuela Naval Militar; y destacar la camaradería que se forma”. “Todos los días compartimos las mismas actividades. En mi caso me tocó la Brigada de babor, en la cual asisto a clases de conocimiento de la unidad con los Guardiamarinas en Comisión”, expresó la oficial de la Prefectura Naval.
El Subalférez Hesler, de Gendarmería Nacional se encontraba trabajando en el peaje Ituzaingó, como integrante del Escuadrón de Seguridad Vial autopista noroeste cuando recibió la noticia. “Nunca pensé que iba a navegar. Mucho menos visitar otros países del Norte y Centroamérica”, confiesa el Subalférez Hesler, quien pese a no haber navegado con anterioridad se adaptó fácilmente y no sufrió los embates del mar.
“Los cursantes son jóvenes como nosotros, así que nos entendemos bien”, resaltó respecto a la convivencia. “Espero conocer y llevarme la mayor cantidad de vivencias, experiencias; contactos que van a durar para toda la carrera, tanto con gente de la Armada, como de la Prefectura, y de las Armadas de otros países como Brasil, Paraguay, y los que nos faltan por conocer todavía”, aseveró el gendarme, quien una vez culminado el viaje anhela ser destinado al Escuadrón del sur, “quizás San Martín de Los Andes, Uspallata”.
Más allá de la idiosincrasia de cada una de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, a bordo la interrelación entre sus miembros y las exposiciones que hacen cada uno de sus integrantes sobre sus propias instituciones, permite a los Guardiamarinas en Comisión y al resto de la tripulación entender sus respectivas misiones y saber que existen muchas operaciones que se desarrollan de manera coordinada entre las Fuerzas.
El vínculo que se forja entre todos ellos a son de mar será imperecedero, y seguramente volverá a encontrarlos a lo largo de sus carreras, favoreciendo el entendimiento y la gestión que a cada uno le toque en defensa de los intereses de la Patria.
Gaceta Marinera