Un egresado de la UNS y una médica que se desempeña en un hospital bahiense lograron un premio especial en la edición 2021 del Concurso del Instituto Balseiro por una propuesta de bajo costo para acelerar el proceso de cicatrización de heridas graves, evitando cirugías reconstructivas o amputaciones.
Un egresado de la UNS y una médica que se desempeña en un hospital bahiense lograron un premio especial en la edición 2021 del Concurso del Instituto Balseiro por una propuesta de bajo costo para acelerar el proceso de cicatrización de heridas graves, evitar cirugías reconstructivas como colgajos y amputaciones y acortar los plazos de estadía hospitalaria.
Un ingeniero electrónico y una traumatóloga se unieron para resolver una problemática que se registra en pacientes con heridas graves, que es la cicatrización. Se puede utilizar en personas con el pie diabético, con úlceras o con traumatismos expuestos, como así también en procedimientos de abdomen que requieran un proceso de injertos, por ejemplo.
Marcos Crozzolo y Miriam Rossello, representando a la Universidad Nacional del Sur y a lña Asociación Argentina de Cirugía de la Mano (AACM-UCES), respectivamente, lograron medio millón de pesos y quedaron entre los cinco finalistas en el prestigioso concurso IB50K, que en su 11º edición premió con 50 mil dólares iniciativas de negocios de base tecnológica con impacto social.
Denominado “Terapia de presión negativa de desarrollo abierto”, consiste en aplicar presión subatmosférica en lesiones para acelerar el proceso de formación de tejido, prevenir infecciones y mejorar la recuperación de pacientes, acortando los plazos.
Se trata una bomba de vacío conectada a una especie de esponja mediante tubos de plástico y apósitos adhesivos. Permite mejorar el flujo sanguíneo sobre la zona de la lesión. Rossello, egresada de la UNLP, la realiza con material del quirófano del Hospital Italiano, de Bahía Blanca, con buenos resultados.
“La idea es mejorar el proceso de curación y la extensión y aspecto, evitando incluso cirugías mayores, como la amputación de miembros, y acortando los plazos de internación, como así también hacer conocer la terapia y lograr su uso en otros hospitales de la ciudad”, dijo Rossello.
Según explicaron, el dispositivo no existe en el mercado nacional a valores accesibles, por lo que idearon realizarlo con material descartable de quirófano y un dispositivo electrónico, conectado a través de tubos de plástico a una pequeña bomba.
“Las heridas son parte de muchas intervenciones quirúrgicas y prácticas médicas. Este negocio propone desarrollar un producto médico portable que permita aplicar presión subatmosférica en el lecho de una herida de manera efectiva y de esta manera aumentar el número de pacientes beneficiados. Esto se utiliza en el hospital, pero requiere de estar conectado a un elemento y por consiguiente, la internación.
“Al poder manipularlo el propio paciente, la curación se puede hacer en forma ambulatoria, en su hogar, acortando los días de hospitalización. Además, se puede utilizar durante varios días seguidos, lo cual se diferencia de las curaciones habituales que se llevan delante de manera periódica y con padecimientos para el herido. Con esto se evita el recambio de elementos que incomodan al paciente en la limpieza de las cicatrices, por ejemplo”, dijo Rossello.
“Además, al repararse el sector de manera más rápida, se está frente a la posibilidad de evitar amputaciones de miembros o procesos de quirófano extensos y complejos, con secuelas mayores”, agregó.
La cicatrización en el hogar, además de brindar mayor tranquilidad al paciente y su familia, evita las extensas estadías hospitalarias, que demandan altos costos, tanto para el afectado como para el nosocomio.
La distinción fue otorgada por la Agencia Río Negro Innova, de quinientos mil pesos, por la innovación de alto impacto social.
Marcos logró idear el diseño de la electrónica y el software encargados de la regulación de la presión, gestión de la energía y la usabilidad del producto. En cuanto a los costos, se planteó la idea de solucionarlo con elementos accesibles.
“Se logró abaratar con descartables que existen en el hospital, de bajo valor económico”, manifiesta la traumatóloga.
En cuanto a la parte electrónica, Crozzolo señala que el gasto se redujo “buscando productos comerciales que se puedan reutilizar y reemplazar”.
El Concurso IB50K es organizado por el Instituto Balseiro (IB), dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). El objetivo del concurso es promover la capacidad emprendedora de estudiantes y jóvenes profesionales así como fomentar en Argentina la creación y el desarrollo de empresas de base tecnológica. El concurso se sustenta en el convencimiento que promover este tipo de iniciativas es estratégico para el país y podría marcar un salto cualitativo en el camino de potenciar el desarrollo basado en la complejización de la matriz productiva Argentina.
Ofrece importantes premios en efectivo, sino también otorga tanto visibilidad a los proyectos así como acceso a una red que permitirá contribuir a potenciar a las empresas de base tecnológica. Todos los equipos que superaron la fase de admisión obtienen la evaluación de sus proyectos por parte de expertos de áreas tecnológicas y económicas.
Este año, fueron cinco los planes de negocio que compitieron en la instancia final de la décimo primera edición del Concurso IB50K y fueron un dispositivo para el diagnóstico temprano de la diabetes y una herramienta de diseño basada en una aplicación web que integra en un único lugar todo el conocimiento sobre el desarrollo de aplicaciones críticas para cohetes, satélites, drones, robots y aviones, plantillas inteligentes, algoritmos para el desarrollo de alimentos de origen vegetal y terapia de presión subatmosférica aplicada a heridas (la local).
Desde el año 2009, el Concurso de Planes de Negocio de Base Tecnológica IB50K premia con más de 50 mil dólares a las iniciativas tecno-emprendedoras de jóvenes estudiantes terciarios, universitarios y profesionales noveles.
Prensa UNS