Tal como lo adelantáramos en el día de ayer en Radio Mega el Hospital Naval está al borde del abismo, obligando a la suspensión de nuevas internaciones y operaciones por falta de insumos, atravesando el momento más difícil de su historia a raíz de la delicada situación que vive desde el punto de vista financiero. Compartimos la entrevista que el Doctor Alejandro Arducci dió a los medios bahienses, en este caso a los colegas de La Brújula.
La entrevista:
«A propósito, el neurocirujano Alejandro Arducci enfatizó en LA BRÚJULA 24 que «la situación es crítica y pone en riesgo la continuidad del nosocomio y la situación sanitaria de todos los afiliados de la obra social de las Fuerzas Armadas».
«En este momento, está funcionando en un 20% de su capacidad. La última noticia, de ayer al mediodía, indicaba que se suspendieron las internaciones de clínica médica por falta de insumos. Ni siquiera hay Diclofenac, ni gasas en el quirófano», sostuvo Arducci en su charla con el periodista Germán Sasso.
Y se lamentó: «Mi especialidad está cerrada. Todo lo que es neuroquirúrgico hay que derivarlo. No están dadas las condiciones para hacer la mayor parte de las cirugías en este hospital. Si seguimos por este camino, la situación seguirá empeorando».
«La crisis económica y financiera fue generada el año pasado por un desvío de fondos que le correspondían a este nosocomio y que fueron al hospital naval de Buenos Aires. Se trata de 25 millones de pesos que no era poco dinero para nosotros», detalló en otro segmento de la entrevista radial.
Sobre las posibilidades de imaginar un mejor porvenir para el Hospital, enfatizó: «Eso lo decidió el director de Sanidad de la Armada, en complicidad con la máxima autoridad de nuestro nosocomio –Rodolfo Da Corte– que está a cargo del mismo hasta las 9 de la mañana de hoy. Allí será reemplazado por Roberto Ibañez, con quien estamos en mejor sintonía».
«Para que este hospital vuelva a ser operativo se necesitan más que $25 millones. Para funcionar todos los meses necesita $45 millones y apenas recibe $14 millones», cuantificó Arducci.
Más tristeza genera la descripción que realizó a continuación: «Quienes estaban internados van a ser dados de alta a medida que se recuperen y esas camas no serán ocupadas nuevamente. Funciona como un sanatorio donde se cobra por los servicios prestados. La capacidad de facturar es mínima y sus instalaciones quedan ociosas».
«Punta Alta tiene una población de 70 mil habitantes y los afiliados a la obra social son 32 mil. La mayor parte de los pacientes se derivan a Bahía Blanca porque el Hospital Eva Perón tampoco puede abarcar toda la demanda», mencionó, con relación a la delicada y sensible problemática.
Y explicó: «El Hospital Naval pertenece a la Armada. Por una cuestión geográfica y por ser durante mucho tiempo el único efector de la zona, se convirtió en el exclusivo espacio para los afiliados de la IOSFA, luego se le abrió el grifo».
«La obra social la maneja un ex intendente de Lanús (Díaz Pérez) que fue colocado en el cargo políticamente y al cual es casi imposible llegar. Antes la conducía militares retirados, especialmente por gente del Ejército», recalcó el facultativo con años de prestar servicios en el Hospital Naval.
Por último, dejó una definición escalofriante: «Punta Alta está en riesgo sanitario. La necesidad se va a paliar a través de 30 kilómetros que separan con la ciudad de Bahía Blanca y ese trayecto puede definir la vida de una persona. El intendente Uset me manifestó su inquietud por el tema y tomará intervención a nivel del Ministerio de Defensa».»