En medio de la jornada de protestas de empleados estatales, el Gobierno confirmó que el número final de empleados estatales desvinculados, cuyos contratos terminaron el 31 de marzo, es de 15 mil. El encargado del anuncio fue el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada.
“Del otro lado lo sostiene [al empleado estatal] un contribuyente, y muchos [de ellos] tienen problemas para llegar a fin de mes y eso no es justo”, justificó el portavoz de Javier Milei.
Luego de que se haya puesto en duda el número real de las bajas en el Estado nacional, siendo que el Presidente había adelantado que iban a caer 70 mil contratos más, Adorni indicó que no se renovaron 15 mil contratos.
“No hay mucho más para decir, simplemente es parte de lo que estamos haciendo para achicar el gasto público, para que el personal que no sea necesario no siga cobrando un ingreso del Estado”, sostuvo el vocero.
También se refirió a los ingresos de afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) a las distintas dependencias y ministerios contra estas desvinculaciones. “Lo que sea fuera de la ley tendrá las consecuencias correspondientes en cada caso. Viniendo para acá, en algunos lugares había algún intento de ingreso, como en el exInadi (organismo cuya eliminación fue anunciada por el Gobierno hace un mes). Todo el que esté cometiendo algún episodio fuera de la ley, va a tener sus consecuencias”, advirtió.
Jornada de protestas
Mientras se desarrolla un fuerte operativo de seguridad, el gremio público ATE se encuentra en una jornada de protesta con “ingresos masivos” en ministerios y dependencias estatales donde la administración de Javier Milei despidió a miles de trabajadores en los últimos días. Contaron en total que a más de 11.000 personas la gestión libertaria no les renovó el contrato.
Desde las 8.30, sindicalistas y trabajadores públicos iniciaron entradas escalonadas a los edificios federales, que reportaron un operativo de custodia especial. El plato fuerte fue en la Secretaría de Trabajo, tal como adelantó LA NACION, pero también hubo tensión en el Inadi.
“Unidad de los trabajadores, al que no le gusta, se jode”, cantaron. Poco después, ante la llegada de un número mayor de personas, el clima se encendió y comenzaron los cruces con los agentes de la Policía dispuestos en el lugar, que tenían la orden expresa de impedir el arribo de las columnas, que buscaban irrumpir en el hall.
La medida estaba pautada para repetirse cada media hora. El plan siguió con los echados del Centro Cultural Kirchner (CCK), que fue rebautizado por esta gestión, pero todavía no tiene nombre oficial y no atravesó el proceso legal para el cambio. Después, era el turno de los ministerios de Capital Humano y Salud, el Incaa, la Secretaría de Turismo y Deportes, el Cenard y el exministerio de Producción
Fuente: diario La Nación