Las empresas constructoras celebraron este año su tradicional convención anual en medio de una situación sectorial de parálisis, cierre de empresas y 100 mil despidos que los ejecutivos no recuerdan desde la crisis de 2001. “La situación es gravísima”, resumió el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) Gustavo Weiss en el acto inaugural, que contó con presencia de funcionarios del gobierno nacional.
La construcción aparece en el tope de todas las estadísticas como el sector que absorbió la peor parte del ajuste fiscal y la recesión que se profundizó en los últimos meses. Por un lado, es el más afectado en el paisaje recesivo general: se desplomó 19,7%, muy por encima del 5,1% de caída del PBI en el primer trimestre. También explicó casi el 60% de los puestos de trabajo perdidos desde el cambio de gobierno, de acuerdo a datos de la Secretaría de Empleo. La cámara asegura que ya hay cierres de empresas y convocatoria de acreedores entre firmas pequeñas, medianas y grandes.
La convención anual que se realizó en La Rural no logró estar ajeno a la difícil situación sectorial y estuvo atravesado por una lectura pesimista de la actualidad y con solo un puñado de elementos que invitan a los empresarios a esperar tiempos mejores. “Ya este año está perdido”, afirmaba un hombre de negocios histórico del sector.
“La situación de paralización mencionada tendrá un efecto inmediato en el estado y seguridad de uso de la infraestructura existente. Es un enorme dispendio de dinero no conservar lo existente. Recuperarlo será mucho más caro que lo que cuesta un mantenimiento en tiempo y forma”, cuestionó, antes de la llegada del ministro de Economía Luis Caputo y del secretario de Obras Públicas Luis Giovine.
Fuente: Infobae