Entró en vigencia este lunes la eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles, el ITI, que gravaba con el 1,5% el traspaso de propiedades, tras la promulgación de la Ley Bases.
Este impuesto lo pagaban expresión “sujetos no habitualistas”, es decir, personas que hacen operaciones inmobiliarias en forma individual sin ser empresas dedicadas a estas transacciones. Ese porcentaje se le cobraba a los propietarios que vendían un inmueble que fue comprado antes del 31 de diciembre de 2017 y que no sea el de vivienda única y permanente.
El impuesto ITI, que regía desde 1991 bajo la ley 23.905, es del 1,5% del valor del inmueble. Por ejemplo, en una venta por US$100.000 el impuesto al vendedor es de US$1500, al valor del dólar oficial.
Si bien se eliminó desde este lunes, no todos los propietarios del país dejarán de pagar un gravamen por vender su inmueble. Esto se debe a que desde 2018, el ITI convive con otro impuesto, denominado a las Ganancias Cedulares, que grava la diferencia entre la compra y la venta, menos el costo actualizado por Índice de Precios al Consumidor (IPC) y los gastos. A grandes rasgos, si se adquirió en US$100.000 y se vendió en US$130.000, se paga un 15% sobre esos US$30.000. Es decir, US$4.500, aunque a eso se le realizará el descuento de índice y gastos.
Fuente: DIB