«El 2 de agosto de 2018, la deficiente infraestructura de la escuela 49 de Moreno produjo una explosión que se llevó la vida de la vicedirectora Sandra Calamano y del auxiliar de educación Rubén Rodríguez. Estaban preparando el desayuno para los estudiantes.
Sandra y Rubén habían ido temprano para garantizar que los chicos pudieran tener su mate cocido caliente cuando entraran a la escuela, como hacían cotidianamente, sosteniendo la educación pública a pulmón.
La denuncia por la existencia de una fuga de gas en la institución había sido realizada por lo menos en 8 ocasiones. La muerte de Sandra y Rubén destapó la crisis que atraviesa la educación pública desde hace décadas.»