Por Luis Hernández
A mi amigo Sadi Gelos
Sadi querido, Ruso, mi ammmmmiiigo, como vos nos decías, así con la eme extendida, para que sintiéramos todo lo que nos querías. La peleaste hasta el final como peleaste todo en tu vida, con fuerza, pasión y coraje, se que no te entregaste.
Te voy a extrañar, nuestras discusiones, ideas distintas y una amistad que fue inquebrantable; aunque muchos pensaran que nos peleábamos, siempre nuestras charlas mano a mano terminaban con un «te quiero ruso, besos a la familia».
Viviste varias vidas en una, el trabajo fue simpre tu norte; camionero, patròn de barco, empleado y Jefe de Pami, pero tu pasión fue el periodismo. Lo viviste como pocos y los del mismo palo lo sabíamos muy bien.
Buen esposo y mejor padre, abuelo increíble, que más se puede pedir para andar en la vida.
Ruso hasta acá llego, las lagrimas no me dejan ver el teclado…y ando sin pañuelo para los mocos…
Te voy a extrañar Rusoooo, te quiero.