El contacto de ocho minutos de duración concretado entre las 12.17 y las 12.25 hora argentina les permitió a trece de los quince alumnos de la institución educativa (de entre 6 y 16 años) formularle preguntas al astronauta estadounidense Kjell Lindgren, quien respondió por radio desde el gigantesco satélite que orbita la tierra a 400 kilómetros de su superficie y mientras se desplaza a unos 27.800 kilómetros por hora.
Los estudiantes interrogaron a Lindgren sobre sus tareas y la vida en el espacio, y también sobre sus experiencias personales.
“¿Como se ve la Tierra desde el espacio?”, preguntó uno de los chicos argentinos, y el astronauta contestó que “es increíble poder verla desde aquí, su curvatura, sus formas, sus colores. Es hermoso”, afirmó.
Otro estudiante quiso saber sobre su primer viaje, y Lindgren recordó que fue en 2015, y que esa vez llegó a la base de lanzamiento, observó el cohete y enseguida se reunió con sus compañeros. “Fue un sueño cumplido”, aseguró.
El estadounidense también contestó que en la ISS trabajan “doce horas por día”, que allí “no hay tareas menos importantes” porque “todos los procedimientos tienen su relevancia y la mayoría son reparaciones aunque también actividades de investigación”.
La iniciativa formó parte del programa ARISS (Amateur Radio en la ISS) que a su vez integra un proyecto de radioaficionados voluntarios de distintas partes del mundo con las agencias espaciales para “poner en contacto a estudiantes con los astronautas”
Después, a preguntas más específicas, el astronauta respondió que comen “menúes preparados, muchos de ellos con pollo, vegetales y snacks”, y que para ir al baño utilizan “un dispositivo similar a una aspiradora con un tubo que succiona y absorbe las deposiciones”.
Para divertirse o entretenerse se comunican con sus familias y amigos en la Tierra, aunque también “pasan mucho tiempo mirando el paisaje a través de las ventanas”.
Uno de los alumnos antárticos quiso saber sobre el origen de la vocación del astronauta, y respondió que vio muchas películas y leyó muchos libros, y a partir de allí surgió su interés “por los temas espaciales”.
“A quien quiera ser astronauta le diría que hagan su mayor esfuerzo, que trabajen duro, pero que si no consiguen su meta de estar aquí, aprovechen el recorrido y dedíquense a las múltiples actividades que existen para estudiar el espacio desde la Tierra”, aconsejó el tripulante de la Estación Espacial Internacional.
Ya en el final de la conversación, agradeció a la dotación de la Base Esperanza “el servicio que están prestando en la Antártida” y a las “organizaciones que hacen posible este tipo de conexiones”.
Fuente: Télam