ANMaC destruyó otras 10 mil armas de fuego

La Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) destruyó más de 10 mil armas de fuego provenientes de decomisos realizados por el Poder Judicial y de bajas patrimoniales de fuerzas policiales de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Neuquén, La Pampa, Entre Ríos, y del Banco de la Nación Argentina.

El acto, enmarcado en el séptimo aniversario de la primera marcha del movimiento Ni Una Menos, estuvo encabezado por el secretario de Justicia de la Nación, Juan Martín Mena; el ministro de Justicia y Derechos Humanos de Buenos Aires, Julio Alak; la directora Ejecutiva de ANMaC, Natasa Loizou; y la titular de la Unidad de Gabinete de Asesores del Ministerio de Justicia de la Nación, Gimena del Río.

Las armas de fuego son uno de los principales instrumentos con los que se cometen femicidios: en 1 de cada 4 casos el crimen es ejecutado con un arma de fuego, y 99 de cada 100 usuarios son varones.

En ese sentido, Loizou expresó que “para nosotras, que formamos parte de un gobierno que busca reducir las violencias contra las mujeres y diversidades, es muy importante esta acción. Este 3 de junio, a 7 años del primer Ni Una Menos, alcanzamos las 40 mil armas destruidas en nuestra gestión y 440.000 armas en los últimos 20 años».

La destrucción tuvo dos etapas: la primera, llevada a cabo en la sede del Banco Nacional de Materiales Controlados (BANMaC), donde se efectuaron los controles registrales y notariales, luego bajo la custodia de la Policía Federal Argentina (PFA), se trasladaron las armas a la planta de la empresa Scrap Service S.A, donde se procedió a la destrucción por triturado y fundición de las mismas.

Mena, en tanto, expresó: “El desarme y destrucción de armas de fuego es una auténtica política del Estado Nacional. Vamos a seguir destruyendo armas extraídas del delito, incluso en estos tiempos de discursos sensacionalistas e irresponsables respecto de la tenencia y portación de armas de fuego. Sacar de circulación un material de por sí violento, permite reducir la gravedad de los conflictos sociales que suceden en nuestra sociedad civil».

Fuente: Ámbito