La VCN20, que sustituirá a la vacuna actual del calendario nacional, protege contra 20 serotipos bacterianos y virales, lo que representa un avance significativo frente a las 13 variedades que cubría su predecesora. Esta nueva fórmula, al ser conjugada, genera una respuesta inmune más potente en los grupos más vulnerables, como niños pequeños y adultos mayores. Según el infectólogo Gustavo Lopardo, esta vacuna simplifica las campañas de inmunización al requerir una única formulación para dosis básicas y refuerzos, facilitando la cobertura y reduciendo los errores en el proceso.
El acuerdo posiciona a Argentina como un productor estratégico de vacunas de última generación. Alejandro Gil, CEO de Sinergium Biotech, explicó que la adaptación de la planta en Buenos Aires requerirá una inversión de entre 20 y 25 millones de dólares, pero abrirá la posibilidad de exportar a toda América Latina. Este desarrollo podría generar un negocio anual de aproximadamente 100 millones de dólares, con una demanda inicial estimada en 7 millones de dosis para la región y 2,3 millones para el mercado local.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) respaldó el proyecto, comprometiéndose a adquirir estas vacunas mediante fondos rotatorios específicos para distribuirlas en diferentes países. Esta colaboración no solo asegura el acceso en toda la región, sino que también refuerza la capacidad de Argentina para liderar en la producción de biotecnología avanzada.
El acuerdo convierte a Argentina en el primer país del mundo en recibir la transferencia tecnológica de Pfizer para la fabricación de la VCN20. Aunque el principio activo seguirá siendo importado, todo el proceso de producción, fraccionamiento, revisión de calidad y distribución se realizará localmente. Se estima que las primeras dosis fabricadas en el país estarán disponibles entre finales de 2026 y principios de 2027, consolidando a Argentina como un referente en el desarrollo científico y sanitario en América Latina.
Fuente: Perfil