“Un perro no necesita sólo amor sino que requiere de una estructura para su crianza. A veces el propietario no se da cuenta de determinadas alertas y las toma como normales: desde que te salta cuando llegamos a casa, o que te roba la comida, o que no le gusta que le corten las uñas o que le toquen determinados lugares. El propietario razona que al perro no le gusta, o ‘lo hace porque me quiere’ o que ‘se defiende porque fue agredido’ y así se van produciendo cosas que producen confusión en la comunicación entre el propietario y el perro. Y el perro se va a defender con lo que sabe, que es la boca”, explicó.
Rosetti recalcó que el salchicha, el caniche y el chihuahua “son muy mordedores, pero lo solucionamos con Pervinox en casa. Con un ataque de pitbull, dogo o rotweiller, terminamos en el hospital”.
“Lo importante es saber que, cuando adoptamos el perro, sea de la raza que sea, no deja de ser un arma con la capacidad de manejarse sola. Hay muchas cosas que podemos hacer desde antes de la llegada del animal a nuestros hogares. Hay que hacer es enseñarle al dueño a comunicarse con su perro. No sirve simplemente retarlo cuando entro y me muerde los tobillos. En la naturaleza, los perros no tienen situaciones de agresión. El problema es la agresividad, que es lo que tuvieron estos perros de agresividad desmesurada contra un ser humano sin tener un motivo. No es que entraron a la casa y el perro defendió el territorio. La conducta de esos perros es totalmente inapropiada”, advirtió.
Veterinario Saráchaga: “Algo en la crianza no anduvo bien”
A su turno el médico veterinario Ariel Saráchaga, columnista del programa “Hora pico”, introdujo un interesante punto de vista sobre la problemática cuando esta tarde fue consultado por la redacción de La Brújula 24.
“Hay estudios que demuestran que el 12% de los ataques caninos está mediado por la genética. El 88% restannte es el ambiente (la crianza, cómo se la da el afecto, si fueron sociabilizados, etc)”, expresó el profesional, y agregó: “Para que un perro salga desquiciado de una casa y agreda, hay algo en la crianza que no anduvo bien. Más en un ataque de tres animales, puesto que una vez que va uno, los otros lo siguen por un comportamiento en manada que tienen siguiendo el instinto”.
“Los últimos ataques que se han conocido fueron dentro de la casa, a un familiar o conocido, o porque escapan de la casa y agreden. Los animales, más cuando son de razas como pitbull, dogo o rotweiller, tienen que estar debidamente contenidos dentro de la casa”, afirmó.
Fuente: La Brújula 24