Mientras que en distintas partes del planeta se han establecido diferentes advertencias sobre cómo el aumento de los contagios de COVID-19, junto a otras enfermedades respiratorias, han puesto tensión en los sistemas de salud, en la Argentina la curva de casos de personas con diagnóstico positivo por SARS-CoV-2 ha vuelto a subir desde la segunda quincena de diciembre.
Hasta el momento, desde que comenzaron a aplicarse las vacunas el 29 de diciembre de 2020, se administraron un total de 116.704.298 dosis, de las cuales 41.190.815 a la primera, 38.098.719 la segunda y 3.172.578 se destinaron a dosis adicionales. Ahora, en lo que se refiere a los refuerzos, los números son cada vez más reducidos. Para el primero, se alcanzan las 22.911.960 aplicaciones. Mientras que para el segundo y tercero los números caen hasta el 8.538.641 y 2.450.961, respectivamente.
En la semana del 18 de diciembre de 2023 se registraron 84 casos confirmados diarios, según la fecha de inicio de los síntomas como promedio semanal. Dos semanas después (la del 1 de diciembre), se notificaron 212 casos confirmados diarios. Es decir, hubo un aumento de 152% de los casos diarios considerando el promedio semanal.
Ese incremento se verifica al considerar los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación. El doctor Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham, que viene haciendo un análisis semanal desde el inicio de la pandemia en 2020, comentó a Infobae que la subida de los casos tiene la misma velocidad que la última más significativa que ocurrió en septiembre pasado. En la semana del 4 de septiembre, los casos llegaron a ser 418 como promedio semanal. Durante la semanas siguiente, la curva fue en descenso.
Algunas de las 24 jurisdicciones que forman la Argentina están experimentando más aumentos que otras en cuanto a los pacientes con COVID. La Ciudad de Buenos Aires, por citar un ejemplo, pasó de tener 7 casos diarios -como promedio semanal- a 17 en la segunda quincena de diciembre y la primera semana de enero (143%); la de Buenos Aires de 15 a 35 (133%).
En tanto, en Tucumán, los casos pasaron de 21 a 97 como promedio semanal (un incremento del 361%), y en Jujuy, de 7 a 23 (228%).
“Estamos observando que hay más cantidad de pacientes con COVID en el hospital. Por eso, hay que recomendar que se debería usar barbijo si las personas se encuentran en lugares cerrados como hospitales, transporte público, ascensor”, resaltó el doctor Mario Fitz Maurice, jefe de arritmias del Hospital Rivadavia de Buenos Aires, al ser consultado por Infobae.
Mientras sigue circulando, el coronavirus también evoluciona. En todo el mundo y también en la Argentina sigue predominando la variante Ómicron del SARS-Cov-2, pero ha ido variando el predominio de sus sublinajes.
Las nuevas variantes
Según el Ministerio, el 3 de enero de 2024 se detectó en la Argentina un total de 2 casos confirmados de la variante BA.2.86 (con residencia en la provincia de Santa Cruz) y 3 casos de la variante JN.1 (2 casos con residencia en la Ciudad de Buenos Aires y 1 caso en la provincia de Santa Cruz). Igualmente, hay que tener en cuenta que los datos tienen limitaciones, ya que no todas las personas se testean y muy pocas muestras llegan a ser analizadas por el relevamiento genómico.
Mariana Viegas, investigadora del Conicet a cargo del laboratorio de salud pública del Área de genómica y diagnóstico molecular de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, contó a Infobae: “Hay una variedad de sublinajes de Ómicron en la Argentina que van cambiando todo el tiempo”.
El aumento de casos de COVID en el país -comentó- “podría estar relacionado con los encuentros de muchas personas en espacios cerrados sin la adecuada ventilación durante diciembre. Los años anteriores también ocurrió que hubo incrementos en diciembre”.
La variante JN.1 es descendiente del sublinaje BA.2.86. Ya ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como variante de interés el 18 de diciembre pasado y se ha vuelto rápidamente prevalente en algunos países, como Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Singapur.
JN.1 posee una mutación L455S adicional en la proteína Espiga del coronavirus que habría sido suficiente para que sea un patógeno más rápido en su transmisión. Un equipo de investigadores de la Universidad de Pekín, en China, publicaron un estudio en la revista The Lancet Infectious Diseases sobre ese sublinaje.
“Con sólo una mutación adicional del dominio de unión al receptor (L455S) en comparación con su predecesora BA.2.86, la variante JN.1 se convirtió rápidamente en predominante en Francia. Es imperativo investigar a fondo su capacidad de evasión inmunitaria, sobre todo teniendo en cuenta sus pocas mutaciones adicionales”, escribieron los científicos.
La importancia de la vacunación
Durante el año pasado, según el último boletín de la cartera de Salud nacional se reportaron 99.196 casos confirmados y 498 fallecimientos. Fue el año con menos casos y muertes notificadas. Desde que empezó la pandemia, el año con más casos y fallecimientos fue 2021.
Con el acceso de la población a la vacunación -a partir de diciembre de 2020-, los cuadros graves y las muertes fueron en baja progresivamente.
Al igual que disminuyeron los casos de COVID, se registró una caída en la cantidad de personas que reciben dosis de refuerzo. De las 116.704.298 de dosis administradas, solo 2.450.961 se destinaron como tercer refuerzo. Es decir que de las 38.098.719 personas que se aplicaron los esquemas completos (dos dosis), solo el 6,43% se recibió los refuerzos establecidos.
Según consta en la misma página de la cartera, las personas con riesgo intermedio de COVID-19 grave o alta exposición laboral a SARS-CoV-2 deben aplicarse “dosis de refuerzo a los 6 meses desde la última dosis aplicada y luego continuar con una periodicidad anual”; mientras que aquellos que ante un riesgo bajo deben realizarlo “a los doce (12) meses de la última dosis aplicada y luego continuar con periodicidad anual”.
Ante esta retracción en la cantidad de personas que se aplican las dosis de refuerzo, hasta el momento, desde el Ministerio de Salud no se han impulsado nuevas campañas de vacunación.
En tanto, según la Organización Mundial de la Salud, la subvariante JN.1 puede aumentar la carga de infecciones respiratorias. Pero aclaró que las vacunas actuales son capaces de proteger contra enfermedades graves y la muerte cuando las personas quedan expuestas a la infección por JN.1 u otras variantes circulantes del coronavirus SARS-CoV-2. Por eso, es clave estar al día con los refuerzos.
La OMS también aconsejó se tomen esta medidas para prevenir infecciones:
-Usar mascarilla o barbijo cuando se encuentre en áreas concurridas, cerradas o mal ventiladas, y mantener una distancia segura de los demás, en la medida de lo posible.
-Mejorar la ventilación y cubrirse al toser y estornudar.
-Realizar un lavado de las manos regularmente
-Mantenerse al día con las vacunas contra el COVID-19 y la gripe, especialmente si la persona tiene un alto riesgo de padecer una enfermedad grave. Esta recomendación es para personas mayores, gestantes, o con enfermedades crónicas o inmunocomprometidas.
– Hay que aislarse si se tiene COVID.
Fuente: Infobae