El 21 de febrero de 2020 el Tribunal de Jurados se pronunció -por mayoría- dictando veredicto de culpabilidad, tras lo cual y celebrada la audiencia de cesura de juicio el 17 de marzo, la jueza Claudia Fortunatti, integrante del Tribunal en lo Criminal N° 2, la condenó a María Renata Pierini Lerner a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional.
«No advierto que la sanción impuesta exhiba desproporción con el grado de injusto del hecho atribuido, por lo que la petición de reducción de pena, por otra parte, reitero, ubicada en el piso del mínimo legal, es improcedente. En virtud del desarrollo precedente, propongo al Acuerdo rechazar, con costas, el recurso de casación interpuesto por la defensay confirmar la sentencia atacada en todo cuanto fuera materia de agravio», señaló el alto tribunal penal en el fallo.
El hecho ocurrió en la vivienda de la calle Malharro 2538, donde Micaela Hernández, quien tenía 29 años, y Ramiro Gavilán, de 28, murieron luego de comunicarse dos veces con el servicio de urgencias para solicitar ayuda, llamado que atendió Sánchez.
Al primero se lo responsabilizó de no haber cumplido con el protocolo, haciendo caso omiso a la gravedad de la situación, ya que tardó 8 minutos y 20 segundos en avisar de la emergencia; mientras que a la profesional de la salud se le cuestionó su presunta conducta negligente.
La llamada ingresó al sistema minutos antes de las 17 de ese día y una ambulancia llegó hasta la puerta de la casa, pero como nadie atendió se retiraron. Los cadáveres recién fueron encontrados cerca de las 21 por el padre de la joven fallecida.
Al poco tiempo, Sánchez fue desplazado de su cargo junto al entonces responsable del servicio de emergencias, Fernando Cappa.
Fuente: La Brújula 24