Por esta razón el ingeniero industrial y maestro mayor de obra Julio Quel decidió tomar las planillas de Excel que llenó haciendo su casa en Bahía Blanca y hacer más accesible esa información en una página web que luego dio lugar a una aplicación.
Hoy Capp tiene 350.000 descargas, incorporó un marketplace que conecta a los clientes con corralones y busca expandirse regionalmente en México y Brasil. En diálogo con LA NACION, Francisco Brañas, de 28 años, contó que la idea nació a fines de 2015 cuando él y Quel trabajaban en relación de dependencia y el ingeniero se hacía su casa después del trabajo.
«Él llevaba la cuenta de todo: gastos, cálculo de materiales, cantidades, proveedores y precios. Las planillas eran super engorrosas, pero quería que fueran entendibles por cualquiera que estuviera en una situación similar. Entonces hicimos una página web y luego fuimos a ver a Leonardo (Dimieri), que dijo que con eso había que hacer una aplicación», relató.
Tanto Quel como Brañas y Dimieri, de 35 años, son egresados de la Universidad Nacional del Sur, si bien tienen distintas edades y cursaron diferentes carreras. Quel sería el que más experiencia tiene en el rubro al ser maestro mayor de obra, mientras que Brañas es ingeniero mecánico y Dimieri, licenciado en Física y programador.
«La subimos al play store sin ningún tipo de publicidad y en un mes tuvimos mil descargas orgánicas que treparon a 10.000 por una nota periodística que nos hicieron. Fuimos agregando herramientas y con el tiempo nos dimos cuenta que no solo había usuarios sin expertise sino también arquitectos y constructores que la usaban para el cálculo en obra con lo cual pasamos a ofrecer una opción premium que hoy está $800», continuó Brañas.
Y como lo único constante es el cambio, en 2018, pensaron en armar un marketplace, ya que los valores de los materiales de la construcción varían mucho al ser regionales. En este sentido, en 2019, la empresa recibió una inversión de US$100.000 por parte de Yavu ventures e inversores privados para el desarrollo de la plataforma.
«Trabajamos con corralones y los ayudamos en la transformación digital porque hay vendedores que no tienen sitio propio. Muchos lo usan de sistema no solo para vender a través de ahí sino para tener una gestión digital lo cual es un salto tecnológico para el rubro», agregó Brañas.
De esta forma, con la app le dan un servicio a quienes no tienen idea de cuánto sale construir y a los corralones acercándolos a potenciales clientes y facturan de ambos lados del mostrador: con las suscripciones premium (aunque mantienen la versión freemium) y una suscripción de $10.000 fija por mes que le cobran a los vendedores.
«Hasta septiembre validamos el modelo con ocho vendedores de Bahía Blanca y ahora estamos sumando corralones en AMBA, ciudad de Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Planificamos cerrar el año con $2 millones de facturación mensual», adelantó.
Más allá de esto, la empresa, que hoy ya cuenta con 12 empleados, quiere crecer en el país y parte de Latinoamérica por lo que próximamente encararían una nueva ronda de inversión con un grupo económico ligado a la construcción como socio.
«Mantenemos nuestra naturaleza de servicio, pero a través del marketplace buscamos darle una solución a todos los actores. El propósito es buscar la transformación digital de la construcción y resolver las ineficiencias, ya que la construcción es un motor económico, pero también es uno de los principales productores de ineficiencia. Queremos darle soluciones a vendedores, constructores y usuarios comunes con un modelo económico de construcción», finalizó.
Fuente: CAFEXMEDIO y La Nación